A través de una resolución, la Sala pide establecer programas y servicios de apoyo médico, rehabilitación e indemnización para mejorar la calidad de vida de las víctimas.

La talidomida es un medicamento desarrollado y comercializado en la década de 1950. Es un sedante y antiemético que tuvo efectos devastadores al provocar graves defectos congénitos en bebés expuestos durante el embarazo.

Es en este marco que la Cámara de Diputados y Diputadas, por medio de la resolución 979, expresó su profunda preocupación y solidaridad con las víctimas del uso de la talidomida en el país. Además, reconoce los graves daños físicos y psicológicos causados por este medicamento.

Paralelamente, se llama al Presidente de la República a establecer programas y servicios de apoyo médico. La idea es promover la rehabilitación e indemnización para mejorar la calidad de vida de estas víctimas. Asimismo, proporcionarles el apoyo necesario para enfrentar los desafíos derivados de sus condiciones médicas.

Talidomida

Según se explica en el documento, en Chile, la introducción y popularización de la talidomida como tratamiento para las náuseas matutinas en mujeres embarazadas, condujo a una crisis de salud pública cuando comenzaron a surgir informes de niños nacidos con malformaciones congénitas debilitantes.

A medida que comenzaron a surgir tales informes, se iniciaron diversas investigaciones. Así, se descubrió que el medicamento era el responsable de dichos defectos. Como consecuencia de ello, la talidomida se retiró del mercado a principios de la década de 1960. De ahí, se convirtió en un hito importante en la regulación de medicamentos.

Pese a lo anterior, los autores de la resolución plantean que no se ha abordado una política de Estado sobre los miles de casos que sufrieron los efectos del medicamento en los niños recién nacidos. Solo se registra un proyecto de acuerdo del Senado en el cual se reconoce la responsabilidad del Estado chileno en la autorización de venta de la talidomida.

La resolución la presentaron Francisco Undurraga y Jorge Guzmán, de Evópoli, junto a los independientes Christian Matheson y Hotuiti Teao.