Sin un papel y sin apuntes a mano. Jaime Orpis, el exparlamentario de la UDI, relató por cuatro horas sus explicaciones al Tercer Tribunal Oral de Santiago frente a las acusaciones por fraude al fisco, cohecho y delitos tributarios.

Orpis comenzó su declaración con su historia política, sus inicios en el gremialismo, su etapa de alcalde de San Joaquín y el ingreso al Congreso.

Contó que fue un momento “amargo” cuando ganó la elección a senador por Iquique en diciembre de 2008. No quería reelegirse porque pretendía abocarse por completo a la Fundación Esperanza.

“El presidente de mi partido (Juan Antonio Coloma) me explicó que debía apoyar en la elección presidencial y que no deje a un reemplazante en la zona”, sostuvo.

Hans Scott | Agencia UNO
Hans Scott | Agencia UNO

De paso, también recordó que en marzo de 2010 renunció a la jefatura de bancada. Dejó de ir al comité político. Todo para dedicarse a la región y su fundación.

“Uno mismo tenía que generarse financiamiento para las campañas. Llamé a Mujica para pedir apoyo para candidatos a alcaldes en el 2008 y en el 2009 para mi candidatura. Yo no tengo patrimonio para financiar una campaña”, admitió.

Acto seguido, reconoció que para su campaña no sólo recibió donaciones de Corpesca, “sino otras seis empresas: SQM, Entel, Ariztía, Costanera… Tuve reuniones con mucha gente, como Patricio Contesse, de SQM; con Richard Buchi, de Entel; con Alan Fox, de Quiborax; Manuel Ariztía, en Agrícola Tarapacá; en Costanera me reuní con Alfonso Swett padre; en GTD me reuní con Carlos Casanueva”.

Según dijo, Corpesca significaba sólo el 4% de los aportes que recibía mensualmente para su fundación.

Contra Corpesca

Eso sí, aseguró que jamás hizo un favor a las empresas que le donaron dinero y recordó que todos los políticos en la época salían a recolectar fondos con privados, en una especie de “precampaña”.

A modo de ejemplo, y para reafirmar sus dichos, Orpis aseguró que siempre manejó su relación con Corpesca por carriles separados. Según dijo, en la Ley de Pesca votó a favor de restringir las cuotas de investigación para las pesqueras, porque eran usadas para el lucro, lo que supuestamente le habría significado 20 millones de dólares en pérdidas a Corpesca.

Su abogado, Sergio Rodríguez Oro, explicó que el financiamiento ilegal de la política no forma parte de la acusación y que el objetivo central de esta primera declaración fue aclarar que su cliente no estuvo a disposición de las empresas que le facilitaron dinero. “Todavía hay algunos puntos que tiene que explicar”, admitió.