El ministro de Interior libanés, Bassam Maulaui, confirmó que un tiroteo ocurrido hoy contra manifestantes chiíes en Beirut fue perpetrado por un grupo de “francotiradores”, mientras el número de muertos se eleva ya a seis y el de heridos a más de una treintena.

Cientos de partidarios de Amal y Hezbolá salieron a las calles este jueves para demandar el cese del juez Tarek Bitar, a cargo de la investigación por la explosión que en agosto del año pasado causó más de 200 muertos, 6.500 heridos y una fuerte devastación en Beirut. Por dicha indagatoria, varios exministros son sospechosos de negligencia.

En un discurso televisado, Maulaui explicó que esta mañana varias de estas personas recibieron disparos “en la cabeza” durante un ataque de francotiradores apostados en tejados del área capitalina de Tayoune y confirmó el lanzamiento de granadas propulsadas por cohetes en la misma zona.

La Cruja Roja libanesa ha informado de que al menos seis personas fallecieron en el área y más de 30 resultaron heridas, donde tras el ataque de los francotiradores se han desatado fuertes enfrentamientos armados, sin que por el momento esté clara la afiliación de las personas involucradas en los mismos.

Joseph Eid | Agence France-Presse

Obstrucción

Casi a la misma hora del tiroteo en Tayoune, un tribunal desestimó una demanda presentada esta semana contra Bitar por dos legisladores y exministros de este partido, que han sido acusados de obstruir la pesquisa para ganar tiempo hasta que recuperen su inmunidad parlamentaria en los próximos días.

El primer ministro, Najib Mikati, llamó a “todos” a mantener la “calma” en un comunicado difundido por su oficina y contactó con los altos cargos del Ejército y el Gobierno para hacer seguimiento de la situación, al igual que ha hecho el presidente libanés, Michel Aoun.

El predecesor de Bitar fue destituido a principios de año tras unas demandas de personas sospechosas en el caso.

Las toneladas de nitrato de amonio que explotaron en Beirut llevaban años almacenadas en el puerto de la ciudad sin medidas de seguridad, y líderes como Aoun y el entonces primer ministro, Hasan Diab, han reconocido que sabían de su existencia antes de la tragedia.