El gobierno búlgaro indicó este sábado que contempla enviar pacientes del covid-19 a otros países después de que su sistema sanitario se viera sacudido por una ola de la pandemia, que también hizo que Rumania adopte nuevas restricciones.

“Nuestras capacidades respecto al personal sanitario y los ventiladores están prácticamente agotadas, deberemos pedir ayuda al extranjero”, reconoció el ministro de Salud búlgaro, Stoycho Katsarov, en declaraciones a la cadena Nova TV.

El ministro reconoció que, si el ritmo de transmisión del virus no disminuye en los próximos 10 o 15 días, se encontrarán ante “un enorme problema”.

“Estamos conversando con la Unión Europea para transferir pacientes a otros países si es necesario”, añadió.

Katsarov también advirtió que no está descartado que apliquen un nuevo confinamiento.

Pese a la imposición de un pasaporte sanitario para ir a los restaurantes y centros comerciales, expertos advirtieron que la circulación del virus podría aumentar de 5.000 a 9.000 positivos diarios en las dos próximas semanas.

Al menos 23.000 personas murieron a causa del coronavirus en Bulgaria, según datos oficiales.

Bulgaria y Rumania son los dos países de la UE con un menor porcentaje de población vacunada, con el 24% y el 33% respectivamente.

Ante un aumento de los casos, el gobierno rumano aplicará nuevas restricciones a partir del lunes, como la obligatoriedad del uso de la mascarilla y la exigencia de un pasaporte sanitario para ir a un restaurante, centro comercial o al gimnasio, además de un toque de queda a las diez de la noche para los no vacunados.