VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

CBS suspendió la emisión de un reportaje de 60 Minutos sobre deportaciones a la prisión de El Salvador, CECOT, donde según el trabajo de Univisión se entrevistó a dos venezolanos que denunciaron torturas. Expertos revelan que la mayoría de los deportados no tenían antecedentes violentos, contradiciendo a la Administración Trump. El estudio se basó en datos del ICE, lo que CBS confirmó. Los prisioneros sufren hacinamiento y condiciones brutales.

El pasado lunes se dio a conocer que CBS suspendió la emisión de un reportaje del programa 60 Minutos, el cual abordaba las deportaciones que Estados Unidos había realizado a la megacárcel de El Salvador, CECOT.

De acuerdo a Univisión, el trabajo fue emitido en Canadá y varias personas lo grabaron, publicándolo posteriormente en medios sociales.

Fueron entrevistados dos venezolanos que estuvieron en el lugar, Luis Muñoz y William Losada, quienes lo describieron como un centro de torturas.

Uno de los expertos que dio su testimonio fue Juan Pappier, subdirector de Human Rights Watch, participó en la redacción de un informe que revela que un 48,8 % de los hombres venezolanos encarcelados no tenían antecedentes penales y que solo el 3,1 % de ellos cometieron crímenes violentos.

Esto último contradice las afirmaciones de la Administración Trump, que argumentó que estaba deportando criminales violentos ligados a bandas organizadas como Tren de Aragua cuando trasladó, sin el debido proceso, a unos 200 venezolanos a esta prisión levantada por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, en 2022.

Pappier también afirmó que el estudio se ha basado en información obtenida de los propios registros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), responsable de los arrestos y deportaciones de indocumentados en EE.UU.

El equipo de ’60 minutos’ contrastó esta información y confirmó los hallazgos a pesar de la falta de datos proporcionados por el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.

En una conversación con la reportera Sharyn Alfonsi, Muñoz aseguró: “Lo primero que nos dijeron fue ‘bienvenidos al infierno’ y que nunca más volveríamos a ver la luz del día ni de la noche”.

El reportaje documenta el hacinamiento y las brutales condiciones que sufren los prisioneros: literas de cuatro pisos sin sábanas ni colchones, la luz siempre encendida, temperaturas extremas y ni siquiera acceso a agua limpia.

Por su lado, Losada sentenció: “Nos vigilaban para que no nos moviésemos. Si lo hacíamos nos llevaban a ‘la isla’. Una habitación sin luz y sin ventilación donde nos pegaban cada media hora y golpeaban la puerta con palos para traumatizarnos”.

La propia Sharyn Alfonsi, la corresponsal que hizo el reportaje, ha rechazado que el documental necesitara más investigación y ha tachado de “censura” la decisión de CBS, cuyo editor jefe, según la periodista, se mostró preocupado por el hecho de que la Casa Blanca, pese a haber sido consultada al respecto, no ofreciera su versión de los hechos en el documental.