Los fiscales generales de 21 estados de Estados Unidos se unieron en una acción conjunta para pedir que se prohíba la venta de armas de fuego a los menores de 21 años en todo el país. La alianza se formó para apoyar los argumentos del estado de Florida en la demanda que planteó la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) contra la ley vigente en ese estado.

Los 21 fiscales de la coalición “amici curiae” apoyan los argumentos del estado de Florida en la demanda que ha planteado la Asociación Nacional del Rifle (NRA) contra la ley vigente en ese estado.

La coalición presentó ayer sus argumentos, que hoy hace públicos, ante el Circuito número 11 del Tribunal de Apelación de Nueva York, en los que expresan su voluntad de formar parte del Certificado de Personas Interesadas en ese caso de Florida.

Los firmantes alegan que la segunda enmienda de la Constitución, que es la que permite el uso de armas a los ciudadanos, “da a los estados la posibilidad de aplicar regulaciones pensadas para proteger al público, incluyendo restricciones de edad para limitar la capacidad de menores de 21 de comprar armas”.

Además, argumentan que 19 estados y el Distrito de Columbia ya imponen restricciones a la posesión de ciertos tipos de armas, y que tribunales en todo el país han fallado repetidamente a favor de las restricciones por criterios de edad “con el fin de disuadir el crimen y promover la seguridad pública”.

Acusación de fraude contra la Asociación Nacional del Rifle

Alegan obrar “por el bien de sus comunidades, lo que incluye proteger a los residentes de los efectos dañinos de la violencia de las armas y promover su uso seguro”.

Entre las impulsoras de esta coalición de fiscales está la Fiscal General de Nueva York, Letitia James, que se ha enfrentado a la Asociación Nacional del Rifle en numerosas disputas, incluyendo un intento de disolver la asociación por fraude, después de que la NRA se declarara en bancarrota.

Las restricciones a la venta, posesión y uso de armas se debaten cada vez que se produce una matanza en un lugar público -escuelas, supermercados o iglesias-, y aunque la Administración de Barack Obama se enfrentó a la NRA en este intento, su sucesor, Donald Trump, bloqueó todas las iniciativas para mermar el acceso y disponibilidad de las armas de fuego.