El exconsejero de seguridad nacional de los Estados Unidos, John Bolton, calificó a Donald Trump como un “presidente amoral, que se centra en las cosas que le ayudan a la reelección sin basarse necesariamente en lo que es mejor para EEUU”.

Bolton, de 71 años y habiendo trabajado también para los presidentes Bush padre e hijo, dejó la Casa Blanca en septiembre de 2019 tras una serie de desencuentros con el mandatario. Ya sea que dimitió o que fuera despedido (versiones que esgrimen él y Trump, respectivamente).

Sus funciones estuvieron vinculadas a las decisiones estadounidenses respecto de Irán, Venezuela, y la Organización de Naciones Unidas. Sin embargo, fueron múltiples los conflictos que tuvo con el mandatario, los cuales plasmó en su libro The room where it happened (La habitación en que sucedió).

El gobierno de Trump intentó, sin éxito, impedir la publicación del libro acusando que contiene información clasificada

En entrevista con El País, se defendió por no haber revelado los antecedentes de su libro durante el fallido proceso de destitución del presidente en el Congreso, afirmando que “no hubiese cambiado nada. Los defensores del impeachment en la Cámara de Representantes (de mayoría demócrata) gestionaron muy mal sus responsabilidades”.

“Si tan importante era mi testimonio, hubiesen emitido una citación. En el Senado [controlado por republicanos] me ofrecí, pero decidieron que no llamarían a testigos. Yo tampoco iba a añadir sobre Ucrania nada diferente de lo que otra gente ya había dicho. En cierto modo, creo que es más importante que la gente conozca la historia y tome sus decisiones”, manifestó.

Cuestionado sobre si considera al presidente estadounidense “corrupto”, respondió que “creo que es un presidente amoral, que se centra en las cosas que le ayudan a la reelección sin basarse necesariamente en lo que es mejor para EEUU”.

“Los demócratas estrecharon mucho el cerco de la investigación en el caso de Ucrania. Querían que el impeachment terminase antes de sus primarias para elegir candidato presidencial, basaron la estrategia en su conveniencia política, algo a lo que tienen derecho, pero que revela la verdadera naturaleza de su intención”, fundamentó Bolton.

Ignorancia geopolítica

En su publicación, también detalla episodios en que cuestiona el conocimiento del mandatario sobre historia, geografía y geopolítica, incluso manifestando que el presidente dudaba sobre si Venezuela pertenece a los EEUU o si Finlandia es un satélite de Rusia.

“Le habré explicado una docena de veces que la península coreana se dividió en 1945, pero nunca lo ha retenido”, relató. “Otras veces, no puedes entrar, como cuando le dijo a Theresa May: ‘¿En serio, el Reino Unido es una potencia nuclear?’ En esos casos solo deseas que la conversación se desvíe hacia otro lado. La gente ya sabe que no conoce mucho la historia y no tiene interés en aprenderla”.

Respecto de la tendencia de Trump a usar su plataforma de Twitter para provocar a sus rivales, Bolton sostiene que “creo que es su forma de ser, pero no soy loquero, no voy a explicar por qué es así, qué le pasó en la infancia, ni nada de eso”.

“No me importa; lo que importa es su forma de comportarse y ha sido así siempre, según la gente que le conoce desde hace décadas. Así que, una vez en la Casa Blanca, no va a cambiar. Hay una parte de lo que hace que sí creo que es actuación, él sabe que monta un show, pero es el mismo repertorio una y otra vez, lo que demuestra que, al fin y al cabo, eso es lo que quiere hacer. Y muestra que él no piensa basándose en una filosofía o en una política. Es simplemente cómo se levanta un martes por la mañana o cómo se siente un jueves por la tarde”, retrató.

Para Bolton, el yerno y asesor de Trump, Jared Kushner, es de los personajes más influyentes en la administración “aunque la gente no se daba cuenta”, habiendo intentado varios jefes de gabinete involucrarle a él y a la hija del mandatario, Ivanka Trump, en la estructura organizacional de la Casa Blanca, sin éxito.

Una vez, relató, el secretario de Estado Mike Pompeo le indicó que “en el segundo mandato, esto podría ser el show de Donald, Jared e Ivanka solamente”.

“Es muy difícil para los demás argumentarle algo al presidente cuando su yerno le dice justo lo contrario. Es un problema tener familiares tan cercanos al presidente sin experiencia en los temas en los que entran”, sostuvo Bolton.

Venezuela en la mira

Bolton explica que, para Jared, el ahora exasesor de seguridad nacional “era demasiado optimista sobre las probabilidades de éxito de la oposición. La oposición creyó entre finales de 2018 y principios de 2019 que si no actuaban en el marco constitucional y declaraban la presidencia vacante no se encontrarían con una nueva oportunidad así. Llevaban años intentando librarse de Maduro y antes de Chávez. No nos hacíamos ilusiones, no creíamos que fuera fácil, pero Trump lo pintó como si lo fuera”.

“En cualquier caso, él tomó todas las decisiones, y el liderazgo implica asumir la responsabilidad por tus decisiones. Culpar a tus subordinados cuando las cosas no van bien es una forma de esquivar las responsabilidades”, plantea Bolton.

“La oposición estuvo muy cerca de derrocar a Maduro el 30 de abril de 2019. No conocemos toda la historia de lo que salió mal, pero tenemos razones para pensar que los cubanos y los rusos lo mantuvieron en el poder”, evalúa Bolton.

En este sentido, considera que “una mayoría abrumadora de la gente en el país está en contra del régimen, pero los altos cargos están todavía financiados por el dinero del narcotráfico, que es una fuente de financiación mejor que el petróleo y gracias a ello se mantienen en el poder. Pero son frágiles, si los cubanos se van mañana, el régimen cae al día siguiente”.

“Es muy importante dirigir la presión sobre las FARC y el ELN, sobre los narcoterroristas, cortar esa vía de financiación. Si Trump prestase más atención a América Latina, se aseguraría que otros Gobiernos también mantienen la presión”, expone el exasesor.