La presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, aterrizó esta mañana (noche local) en Taiwán, desafiando las amenazas de China.

“La visita de nuestra delegación a Taiwán honra el inquebrantable compromiso de los Estados Unidos para apoyar la vibrante democracia de Taiwán”, manifestó Pelosi en un comunicado. “Nuestras discusiones con el liderazgo de Taiwán reafirman nuestro apoyo para nuestro compañero y promueven nuestros intereses compartidos, incluyendo los avances en una región indo-pacífica libre”.

Agregó en su declaración que “la solidaridad de los EEUU con las 23 millones de personas en Taiwán es más importante que nunca, cuando el mundo enfrenta una elección entre la autocracia y la democracia”.

A su llegada, tras un viaje de siete horas que comenzó en Kuala Lumpur (Malasia) y en el que esquivó el Mar de China Meridional y sobrevoló Indonesia y Filipinas, Pelosi fue recibida por el ministro de Asuntos Exteriores de la isla, Joseph Wu Chao-hsieh y por la directora del Instituto Estadounidense de Taiwán, Sandra Oudkirk.

“Nuestra visita es una de varias delegaciones del Congreso hacia Taiwán, y no contradice las políticas mantenidas desde hace un largo tiempo por Estados Unidos” y que su país “se opone a esfuerzos unilaterales para alterar el statu quo”.

Ni Pelosi ni el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán habían confirmado si la gira que la funcionaria lleva a cabo por Asia incluiría una visita a Taiwán, posibilidad adelantada por medios estadounidenses y taiwaneses.

Se trata de la primera visita de un presidente de la Cámara de Representante de EE. UU. a Taiwán desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich visitó la isla.

Taiwán le da la bienvenida

La noche de este martes, poco antes de que aterrizara el avión de Pelosi, el rascacielos más alto de la capital taiwanesa, el Taipei 101, se iluminó con mensajes dirigidos a la alta funcionaria estadounidense como “Bienvenida a Taiwán”, “Gracias a nuestro amigo democrático”, “La amistad entre Estados Unidos y Taiwán siempre será firme” y “Protejamos juntos el orden internacional”.

Por su parte, legisladores de la isla expresaron su bienvenida a la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU.: “La visita aumentará la fe de Taiwán en el compromiso de Estados Unidos con su seguridad”, declaró Lo Chih-cheng, del gobernante Partido Progresista Democrático (PPD) y citado en medios locales.

Su compañero de partido Wang Ting-yu dijo que la presencia de Pelosi en la isla “probará que la alianza entre Estados Unidos y Taiwán puede soportar la presión por parte de China” y vaticinó que una posible intimidación militar por parte de Pekín demostrará su naturaleza “pendenciera” frente a la comunidad internacional.

Poco antes de la llegada de Pelosi a Taiwán, medios estatales chinos informaron del cruce del estrecho de Taiwán por aviones militares chinos SU-35, sin que de momento se hayan facilitado más detalles al respecto.

Este martes, la Cancillería china aseguró que es “difícil imaginar una acción más temeraria y provocadora” por parte de Estados Unidos que esta visita, sobre la cual el Ejército chino ya advirtió recientemente de que no se “quedaría de brazos cruzados”.

China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.