La guerrilla étnica Ejército para la Independencia Kachin (KIA, en inglés), una de las más poderosas de Birmania (Myanmar), derribó este lunes un helicóptero del Ejército birmano durante los combates que mantienen en el norte del país, indició un portavoz de los rebeldes a medios locales.

En un vídeo, publicado por el portal 74 Media, se aprecia una nube de humo negro que se precipita rápidamente contra el suelo tras escucharse una serie de presuntos disparos mientras un helicóptero sobrevolaba la zona.

El coronel Naw Bu del KIA confirmó al portal Mizzima que un grupo de combatientes derribó hoy un aparato del Tatmadaw (Ejército birmano) en el municipio de Momauk, a unos 30 kilómetros de la frontera con China.

Según el portavoz, el KIA se defendía de la ofensiva del Ejército apoyada con ataques aéreos que ha dejado bajas en ambos bandos.

Desde el golpe de Estado militar del 1 de febrero, se han intensificado las hostilidades entre las Fuerzas Armadas y varios grupos rebeldes étnicos.

A finales de marzo, el KIA logró arrebatar al Ejército una base cerca de la frontera con China que estaba en poder de las fuerzas de la junta militar desde 1987.

Las autoridades iniciaron entonces una fuerte acometida por tierra y aire, en la que han perdido la vida de decenas de soldados, según los rebeldes, para recuperar la posición.

Los enfrentamientos en Kachin y otras regiones del país han obligado a más de 56.800 personas a abandonar sus hogares y buscar refugio en la selva, según los datos de Naciones Unidas.

Grupos insurgentes de diferentes minorías éticas, que juntas representan más del 30% de los 54 millones de habitantes del país, han luchado contra el Gobierno birmano durante décadas con la reivindicación de independencia o una mayor autonomía.

Varios de estos grupos han expresado su oposición a la nueva junta militar y se han mostrado cercanos con el autodenominado Gobierno de Unidad Nacional, formado por un grupo de políticos electos en las elecciones de noviembre, cuyos resultados rechazan los militares.

El Ejército birmano justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en estos comicios, en los que arrasó el partido de la derrocada líder del gobierno Aung San Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, según avalaron los observadores internacionales.