Históricamente el contrabando de vehículos robados es un problema que afecta a Chile y Bolivia, debido a las peligrosas bandas criminales que están detrás de estos lucrativos delitos. Este tema ha tomado mayor peso las últimas semanas debido al caso de caso de Mario Bello, un camionero chileno que fue baleado cuando intentaba recuperar su vehículo.

El descontrolado contrabando de vehículos robados en Chile y traficados en Bolivia es uno de los crímenes más comunes en la frontera de estos dos países.

La situación se agravó con el caso Mario Bello, camionero chileno que resultó gravemente herido en busca de su camión robado.

Se trata de un hecho que volvió a mostrar que las mafias de contrabandistas de autos sobrepasada al Estado boliviano.

Según lo constató BioBioChile, Bello fue baleado este pasado 8 de julio en Challapata, considerada una “zona roja” en la que operan estos contrabandistas.

Su historia ha sido seguida y publica a través de medios de comunicación.Es

Según lo destacó El País, en Bolivia fue una situación que no sorprendió: los coches robados en Chile y comerciados libremente en el mercado boliviano han avergonzado una y otra vez al país.

Tras la odisea de Bello, que recibió una bala en la espalda y quizás no pueda volver a caminar, el cónsul general de Chile en Bolivia, Fernando Velasco, anunció una reunión bilateral para tratar el problema.

Esto ocurrió el pasado 26 de junio, cuando la máquina fue robada desde Calama.

Bolivia importa a través de Chile la mayor parte de la mercadería que compra, pero lamentablemente esto es aprovechado por el comercio legal, que opera con contrabando.

Uno de los artículos más codiciados son los automóviles, que entran a Bolivia por los más de 70 pasos clandestinos.

Antes solo se trataba de “autos chutos”; pero desde hace algunos años, se han sumado los vehículos robados.

Investigaciones desde Chile y la búsqueda de un camión

Hace más de un año, Meganoticias siguió hasta Bolivia a un grupo chileno de rescatistas de vehículos robados.

En esta instancia se comprobó la vinculación de miembros de alto rango de la policía boliviana con el comercio de autos robados.

Uno de estos vehículos, que pudo ser ubicado por el sistema GPS, apareció en manos de un jefe policial.

Fue bajo este contexto que el 1 de julio el camión de Mario Bello pasó a Bolivia, quien en compañía de sus dos hijas y su yerno cruzó la frontera en su busca.

Según contó una de sus hijas, pidieron la ayuda de la policía boliviana en Oruro y Uyuni, sin obtenerla.

Entonces, unos individuos que se hacían pasar por policías los contactaron y les dieron la ubicación del camión. Bello fue hasta el lugar, donde los contrabandistas los recibieron a balazos.

Lograron escapar, pero el camionero salió malherido. Por un tiempo se creyó que el yerno estaba secuestrado, algo que puede ocurrirle a quienes se internan en las “zonas rojas”, pero la policía boliviana lo encontró.

El Gobierno movilizó a 250 policías para detener a los autores de los disparos, quienes siguen prófugos hasta ahora.

Se presume que son dos contrabandistas, muy ricos y con antecedentes, de la provincia Abaroa.

Pocas acciones para frenar el contrabando Chile/Bolivia

El contrabando y comercio de autos “chutos” ha sido una importante vía de ascenso social en las últimas décadas, según lo destaca el medio español.

El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) ha sido acusado de no sancionar esta práctica.

Hace meses, el diputado suplente del MAS, José Rengel Terrazas, fue acusado por la fiscalía de realizar giros por 51 millones de dólares a cuatro países.

Lo que causó asombro fue la justificación este patrimonio, informando que se dedicaba a la compra y venta de autos “chutos” y “transformers”.

Junto con los vehículos indocumentados se cuelan los robados, que se venden, como si solo fueran “chutos”, en ferias informales en todo el país.

Y también son decomisados por la Aduana junto con los otros.

Según la policía, el control mejoraría si Chile pusiera en línea más rápido la información sobre los vehículos que se buscan en ese país.