La expresidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, fue trasladada a un hospital para una “valoración clínica”. Esto, luego de conocerse que el Instituto de Investigaciones Forenses recomendó que le hagan estudios radiológicos.

Áñez fue llevada al Hospital del Tórax en La Paz “sin que las autoridades penitenciarias comuniquen sobre el hecho a los familiares o a los abogados”. Tuvo que avisar a uno de sus abogados con un teléfono prestado, denunció su hija, Carolina Ribera.

En el hospital se vio a Áñez en una silla de ruedas, según imágenes difundidas por los medios locales. Luego de esto, se le trasladó nuevamente al penal de Miraflores en una ambulancia.

La exmandataria bajó con dificultad del vehículo agarrándose de una persona y con escolta policial sin dar declaraciones a los medios.

Norka Cuéllar,
una de las abogadas de Áñez, contó que la exmandataria fue sometida a una “valoración médica” donde solamente la revisaron. Además, agregó que no le realizaron los estudios cardiológicos que recomendó el IDIF.

El médico determinó que se le hagan estudios cardiológicos, de sangre y una “valoración psiquiátrica”, agregó la jurista.

Además sostuvo que se le duplicó la medicación que tiene para la hipertensión y denunció que el doctor que la atendió no tuvo acceso al historial médico de la exmandataria.

“Estamos muy preocupados por su salud y exigimos a las autoridades que den cumplimiento a lo que ellos mismos ordenan”, enfatizó Cuéllar.

Régimen penitenciario

Por su parte, el director de Régimen Penitenciario Juan Carlos Limpias, explicó que se trasladó a Áñez al hospital “no por el estado crítico de su salud”. Por el contrario, para “atender la recomendación que hacía el IDIF”.

Limpias señaló que el “cardiólogo especialista” que revisó a la expresidenta ratificó que sufre de “hipertensión arterial sistémica y síndrome ansioso depresivo”.

“Al momento, Áñez se encuentra totalmente estable de salud y continúa con la medicación”, refirió Limpias.

El director indicó que la familia de Áñez lleva todos los días sus alimentos y que en caso de que sufra una “desmejora” existe un mecanismo de “salida de emergencia”.

Luis Guillén, uno de los abogados de Áñez, explicó que el IDIF realizó una valoración a la exgobernante transitoria. Este concluye en la recomendación de que sea trasladada a un hospital de tercer nivel para que sea sometida a estudios cardiológicos.

Guillén indicó que Áñez perdió mucho peso, no puede mantener el equilibrio y que le cuesta levantarse.

Antecedentes

Áñez está detenida preventivamente desde marzo en una cárcel de mujeres en La Paz por el caso denominado “golpe de Estado”.

Lo anterior, basado en denuncias de supuesta conspiración, sedición y terrorismo durante la crisis política y social de 2019.

Inicialmente Áñez debía permanecer por cuatro meses en prisión, pero luego la Justicia amplió el periodo a seis. Hace unos días un juez extendió la detención preventiva por otros seis meses más.

La defensa de Áñez denunció en varias ocasiones la situación de salud de la exmandataria transitoria que sufre de hipertensión arterial. Presentó cuadros de hiperventilación, dolores agudos del estómago y sufrió descompensaciones, problemas renales, además de depresión.

En julio Áñez solicitó una audiencia con la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para exponerle su situación de reclusión y hacerle conocer su situación de salud.

Por el caso “golpe de Estado”, que se investiga a instancias del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), también están en detención preventiva dos exministros de Áñez y varios exjefes policiales y militares.