Los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, de la Marina de guerra argentina desaparecido hace un año en el Atlántico sur, han conocido este sábado detalles del hallazgo.

“El submarino sufrió una implosión. Se lo ve completo, pero obviamente implosionado”, les informó el jefe de la base naval de Mar del Plata, Gabriel Attis. Es decir, la máquina sufrió el hundimiento y rotura hacia dentro de todas sus paredes.

Conforme a lo publicado por Clarín, la embarcación fue hallada con el casco “totalmente deformado, colapsado e implosionado”, sin “aberturas de consideración”, con sus hélices enterradas y “restos desperdigados en un radio de 70 metros”.

Los familiares estaban atentos a que el gobierno de Mauricio Macri determinara los procedimientos a seguir, pues temían que el submarino quedara para siempre bajo el mar: extraerlo a la superficie es complejo, indicó el diario La Nación. Finalmente, Oscar Aguad, ministro de Defensa de Argentina, sentenció: “No tenemos los medios para rescatar el ARA San Juan”.

El 15 de noviembre de 2017 fue la última vez que se tuvo contacto con dicho submarino, donde iban 44 tripulantes. Todos murieron.

Agence France-Presse
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El ARA San Juan fue ubicado ayer viernes a más de 800 metros de profundidad en una hondonada en el Atlántico sur.

“Estamos todos destruidos”

Antes de anunciar públicamente el hallazgo, las autoridades habían advertido a los familiares de los tripulantes que estos habían fallecido a bordo.

“Estamos todos destruidos acá”, dijo a la Agencia AFP Yolanda Mendiola, madre del cabo primero Leandro Cisneros, quien tenía 28 años al momento de la desaparición del submarino.

“Ahora queremos saber qué pasó. Hubo fallas, seguro. La justicia tiene que investigar. Si hay culpables, que sean castigados. ¿Se imagina? Son 44 chicos, cuando se subieron a ese submarino estaban vivos”, añadió.

Un pequeño grupo de familiares salió a la calle en la madrugada a protestar, mostrando las banderas argentinas sobre las cuales han escrito 44, en alusión a los tripulantes del San Juan.

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En medio del llanto, los manifestantes reclamaron que, según ellos, se les había ocultado información a lo largo de este año de búsqueda.

El último contacto

El último contacto con el submarino ARA San Juan ocurrió el 15 de noviembre de 2017, cuando navegaba en el Golfo de San Jorge a 450 km de la costa. Había zarpado de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, de regreso a Mar del Plata.

Antes de perder contacto, el capitán de la nave había reportado la superación de una falla en el sistema de baterías, por el ingreso de agua por el snorkel.

La búsqueda del aparato comenzó 48 horas después de aquel último contacto. Colaboraron 13 países, pero la mayoría se retiró antes del fin de 2017, sin resultados.

El buque de la estadounidense Ocean Infinity había zarpado el 7 de septiembre con cuatro familiares a bordo y estaba a punto de cesar la búsqueda cuando se produjo este hallazgo.

“El buque de Ocean Infinity decidió realizar una nueva búsqueda y gracias a dios ubicó la zona” donde se halla hundido el submarino, declaró el portavoz de la Armada Rodolfo Ramallo a la televisora TN.

Las tareas de búsqueda ya costaron 25,5 millones de dólares. El gobierno argentino se comprometió con Ocean Infinity a recompensarla con 7 millones de dólares si encontraba el submarino.

La tragedia motivó la destitución del jefe de la Armada, Marcelo Srur.

Botado en Alemania en 1983 e incorporado a la Armada argentina en 1985, el ARA San Juan era uno de los tres submarinos del país y su proceso de reparación de media vida había terminado en 2014.