El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó por amplio margen la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, pero deberá dirimir la contienda con el izquierdista Fernando Haddad el 28 de octubre.

Con la casi totalidad de los votos escrutados, Bolsonaro, un excapitán del Ejército de 63 años, tenía 46,09% de los sufragios, frente al 29,20% de Haddad, designado candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) por el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro apostaba a ganar en primera vuelta, y luego de conocerse los resultados parciales el domingo, denunció “problemas” con las urnas electrónicas que le habrían impedido evitar el balotaje.

“Estoy seguro de que si ese problema no hubiera ocurrido y tuviéramos confianza en el voto electrónico, ya tendríamos el nombre del presidente de la República decidido en el día de hoy”, dijo Bolsonaro en un video en Facebook.

Una semana antes, el candidato del Partido Social Liberal (PSL), había levantado polémica en una entrevista, señalando que no aceptaría “un resultado de las elecciones diferente de (su) elección”, aunque luego se retractó.

Bolsonaro -que se recupera de un apuñalamiento en el abdomen sufrido durante un acto el pasado 6 de setiembre- llamó a sus partidarios a seguir movilizados. “Creo en ustedes, y ustedes están ahí porque creen en Brasil”, arengó.

Mauro Pimentel | Agence France Press
Mauro Pimentel | Agence France Press

Alivio en el PT

Haddad, por su parte, se dirigió a sus partidarios en Sao Paulo prometiendo “unir a los demócratas de Brasil”, en clara alusión a Bolsonaro, un defensor de la dictadura militar (1964-1985).

“Queremos un proyecto amplio para Brasil, profundamente democrático, que busque de forma incansable la Justicia social”, dijo este profesor y exalcalde de sao Paulo, de 55 años.

Agradeció además el “liderazgo” de Lula, a quien irá a visitar como todos los lunes en la cárcel de Curitiba, donde el líder histórico de la izquierda purga una pena de 12 años de cárcel por corrupción.

Al conocerse la posibilidad de una segunda vuelta, su equipo de campaña pasó del silencio al júbilo en el hotel paulista en el que pronunció su discurso.

Haddad empezó de inmediato a tender puentes con otros candidatos, sabedor de que solo una serie de alianzas podrían darle la victoria.

La clave para que se acerque a los porcentajes de Bolsonaro la tiene en el centroizquierdista Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT), que fue ministro de Integración Nacional de Lula y consiguió más de 12% de los votos.

En declaraciones a la prensa, Gomes dijo que discutiría con los líderes del PDT la posición para la segunda vuelta, pero adelantó ya un posible apoyo: “Haré lo que hice toda mi vida, que es luchar por la democracia y contra el fascismo”, declaró.

Nelson Almeida | Agence France Press
Nelson Almeida | Agence France Press

De la alegría a la preocupación

En Rio de Janeiro, en el bar del hotel Windsor Barra, donde habló el equipo de campaña de Bolsonaro, el optimismo reinante a lo largo del día dejó paso a la preocupación.

Las próximas tres semanas pondrán a prueba la resistencia del candidato, que estuvo al borde la muerte tras el atentado del 6 de septiembre.

El resultado lo coloca como a su rival ante la obligación de conquistar más aliados, pese a su alto índice de rechazo por sus propuestas de armar a la población para combatir la delincuencia, así como por sus declaraciones misóginas, homófobas y racistas y su justificación de la tortura durante la dictadura.

“Apoyo a Bolsonaro porque nuestro país precisa un shock de orden y él es el único hombre capaz de hacer eso por Brasil”, dijo a la AFP Lourdes Azevedo, de 77 años, pedagoga jubilada.

El resultado “es un poco decepcionante. Esperábamos ganar en primera vuelta. Ahora es más difícil. La segunda vuelta es un riesgo”, agregó.

Bolsonaro y Haddad son los vencedores y al mismo tiempo los candidatos con mayor índice de rechazo.

Haddad, poco conocido fuera de Sao Paulo, heredó parte del electorado de Lula, sobre todo entre la población pobre que mejoró sus condiciones de vida bajo su gobierno (2003-2011).

Pero también heredó el odio que Lula inspira entre quienes le reprochan los escándalos de corrupción revelados por la Operación Lava Jato y la crisis económica en la que se sumió el país bajo el mandato de su heredera política Dilma Rousseff, destituida por el Congreso en 2016.

El centro y las alianzas

Durante la campaña, Haddad “se olvidó mucho del centro, que es fundamental. Sin el centro no se gana una elección y menos aún se gobierna, entonces precisa esos apoyos ya. Son tres semanas, una campaña cortísima, y más aún tiene que pensar en la gobernabilidad, estableciendo compromisos con esos sectores”, explicó a la AFP André César, de la consultora Hold en Brasilia.

Bolsonaro, por su parte, recibió en la última semana apoyos de poderosos sectores, como los ruralistas y las iglesias evangélicas con los que tejió alianzas.

“Estoy seguro de que si ese problema no hubiera ocurrido y tuviéramos confianza en el voto electrónico, ya tendríamos el nombre del presidente de la República decidido en el día de hoy
- Jair Bolsonaro

El candidato de extrema derecha vio también cómo uno de sus hijos se convertía en el diputado más votado de la historia del país, mientras que otro de ellos conquistaba con holgura un sitio en el Senado.

Eduardo Bolsonaro, de 34 años, fue reelegido pulverizando el récord absoluto de sufragios para una elección legislativa en Brasil, con más de 1,8 millones de votos para representar al estado del Sao Paulo en la Cámara de Diputados.

El récord anterior pertenecía a otro legislador de extrema derecha, Eneas Carneiro, un extravagante médico de larga barba negra fallecido en 2007, que obtuvo 1,5 millones de votos.

Flavio Bolsonaro, de 37 años, conquistó fácilmente una de las plazas vacantes de senador en Rio de Janeiro, con más de 4 millones de votos.

El hijo mediano, Carlos Bolsonaro, de 35 años, se convirtió en el año 2000 en el concejal municipal más joven de Rio, elegido con 17 años, puesto que ocupa todavía hoy.

Jair Bolsonaro, que disputará el segundo turno de la presidencial brasileña contra el candidato de izquierda Fernando Haddad, tiene cinco hijos: cuatro varones y una niña.

Fernando Souza | Agence France Press
Fernando Souza | Agence France Press

Estos son los puntos esenciales de ambos programas de gobierno

Economía: austeridad y privatizaciones

Bolsonaro

. “Reducir la deuda pública 20% mediante privatizaciones, concesiones” y venta de propiedades públicas.

. Crear un sistema de jubilación por capitalización.

. “El país funcionará mejor con menos ministerios”. Propone crear un superministerio de Economía, que abarcará Hacienda, Planificación e Industria y Comercio Exterior. Su ministro sería Paulo Guedes, un ultraliberal.

. Redistribuir la “carga tributaria para que los que pagan mucho paguen menos y los que evaden y ocultan, paguen más”.

Haddad

. Revocar la congelación del gasto público y la flexibilización de la legislación laboral, aprobadas durante el actual gobierno.

. “Interrumpir las privatizaciones” y volver a imponer la participación de Petrobras en proyectos petroleros en aguas profundas (presal).

. Equilibrar las cuentas del sistema de jubilaciones “a partir del retorno del empleo” y de medidas contra la evasión fiscal.

Inseguridad: ¿más armas o más control?

Bolsonaro

. Flexibilizar la legislación sobre porte de armas. “Las armas son instrumentos, objetos inertes, que pueden usarse para matar o para salvar vidas. Eso depende de quién las maneje”.

. Bajar la edad de imputabilidad penal a 16 años.

. En ejercicio de su actividad los policías “tendrán protección jurídica. Garantizada por el Estado, a través de una exclusión de punibilidad”

. “Caracterizar como terrorismo las invasiones de propiedades”.

. “Reorientar la política de derechos humanos, dando prioridad a la defensa de las víctimas de la violencia”.

Haddad

. “La política de control de armas y municiones tiene que ser mejorada, reforzando el rastreo” del armamento.

.”La política actual de represión de las drogas es errónea”. “Brasil tiene que examinar las experiencias internacionales (…) de despenalización y regulación del comercio” de estupefacientes.

Corrupción: la política bajo sospecha

Bolsonaro: “Proponemos un gobierno decente, diferente de todo aquello que nos sumió en una crisis ética, moral y fiscal”.

Haddad: Garantizar “una transparencia cada vez mayor y la prevención de la corrupción (…). El combate contra la corrupción no puede servir para criminalizar la política”.

Diplomacia: dime con quién andas…

Bolsonaro

. “Dejaremos de encomiar a dictaduras asesinas y de despreciar y atacar a democracias importantes como las de Estados Unidos, Israel e Italia”.

. “Aparte de profundizar nuestra integración con todos los hermanos latinoamericanos libres de dictaduras, tenemos que reorientar nuestro eje de asociaciones”.

. El programa de Bolsonaro no menciona en ningún momento al Mercosur. Propone en cambio “poner énfasis en las relaciones y los acuerdos bilaterales”.

Haddad

. “Brasil debe retomar y profundizar la política exterior de integración latinoamericana y de cooperación Sur-Sur (especialmente con África) para apoyar, al mismo tiempo, el multilateralismo, la búsqueda de soluciones a través del diálogo y el repudio de la intervención y del uso de la fuerza”.

Sexualidad: silencios y medias tintas

Bolsonaro: “Los contenidos y los métodos de enseñanza tienen que cambiar. Más matemáticas, más ciencias y portugués. Sin adoctrinamiento ni sexualidad precoz”.

Haddad: “En base al principio constitucional de un Estado laico, promoveremos la salud integral para la mujer para el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y fortaleceremos una perspectiva inclusiva, no sexista, no racista y sin discriminación de [la comunidad] LGBT+”.

Aborto

Bolsonaro

. El programa de Bolsonaro no dice una palabra sobre el aborto, que en Brasil está autorizado en caso de peligro para la vida de la madre o de fetos con anancefalia. El candidato prometió vetar cualquier tentativa de flexibilización de esa ley.

. Como diputado, Bolsonaro promovió iniciativas de control de natalidad, como el reembolso por vasectomías y ligaduras de trompas a partir de los 21 años.

Haddad

. El programa del PT tampoco trae referencias al aborto. Haddad se dijo en 2012 “personalmente en contra” de su legalización, pero llamó a “establecer políticas públicas que ofrezcan a las mujeres condiciones de planificar sus vidas”.

. La compañera de fórmula de Haddad, Manuela D’Ávila, del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), está a favor de la despenalización.

LGBTI

Bolsonaro

. No hay ninguna mención en el programa de Bolsonaro a los derechos LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales). Varias de sus declaraciones fueron abiertamente homofóbicas.

. En la campaña trató de mostrarse más amigable. En una entrevista esta semana con una radio de Pernambuco declaró: “Los homosexuales serán felices si soy presidente”

Haddad

. El programa de Haddad tiene un capítulo titulado “Promover la ciudadanía LGBT+”, que propone “criminalizar la LGBTIfobia”.

Medio ambiente

Bolsonaro

. El candidato del PSL, que logró apoyo de la bancada ruralista, propone “reunir en un solo ministerio” todas las áreas del gobierno que se ocupan de “política económica y agrícola”, de “recursos naturales y medio ambiente rural”. Las palabras deforestación, Amazonia o calentamiento global están ausentes de su programa.

Haddad

. Haddad se propone llegar a una “tasa cero de deforestación en 2022, sin reducir la producción agropecuaria “gracias a un uso más eficiente” de las tierras.

. También propone medidas para “contener el calentamiento global”.