El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) entregó los resultados oficiales de las elecciones presidenciales, dando la victoria al actual presidente Nicolás Maduro Moros por un amplio margen, aunque con la participación más baja en décadas.

Maduro obtuvo 5.823.728 votos, equivalentes al 68%, superando ampliamente a Henri Falcón, que apenas logró 1.830.552 sufragios y Javier Bertucci siendo escogido por 925.042 personas. En último lugar quedó Reinaldo Quijada con 34.614 votos.

“Pedimos que se respeten los resultados electorales que el pueblo de Venezuela decidió en plena paz, democracia y civismo. Con un total de 5.823.728 votos (68%) el candidato Nicolás Maduro fue reelecto como presidente de la República para el periodo 2019-2025″, anunció Tibisay Lucena, presidenta del CNE.

Maduro celebró con un gran acto a las afueras del Palacio de Miraflores su victoria y convocó a un gran diálogo nacional.

“Nunca antes un candidato presidencial había ganado con 68% de la votación popular y nunca antes le había sacado 47 (puntos) al segundo candidato. Nocaut (…) récord histórico”, celebró Maduro ante miles de seguidores.

Aunque criticó duramente a Falcón y a la oposición, con insultos incluidos, igualmente convocó a una gran jornada de diálogo para resolver la situación de Venezuela.

“Les propongo que nos reunamos, nos encontremos y hablemos de Venezuela, hablemos de ideas, de soluciones”, señaló.

Las elecciones habían sido desconocidas por la mayor parte de la oposición, que la calificaba como un “fraude” que buscaba legitimar la dictadura de Maduro.

Opositores desconoce resultados

Falcón desconoció los comicios, antes de conocer los resultados, por considerar que “carecen de legitimidad”, y exigió nuevas votaciones para octubre o diciembre próximos.

“No reconocemos este proceso electoral como válido, como cierto, para nosotros no hubo elecciones. Hay que hacer nuevas elecciones en Venezuela”, dijo Falcón en rueda de prensa, acusando al gobierno de coaccionar a los votantes.

Falcón centró sus denuncias en los “puntos rojos”, puestos callejeros del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) próximos a los centros electorales, donde se registra a votantes a través del “carnet de la patria”, necesario para recibir beneficios sociales.

El exgobernador denunció que en esos puntos se pagaba un bono a quienes participaron.

“Para nosotros no hubo elecciones, se deben hacer nuevas elecciones en Venezuela. Estamos dispuestos a participar en unas nuevas elecciones en octubre pero sin presión, sin puntos rojos, con los centros cerrando a las 6 PM”, anunció el exmilitar.

Tras ese anuncio, el tercer aspirante a presidente, Javier Bertucci anunció que desconocería los resultados si son muy ajustados, aunque no se pronunció tras el boletín del CNE.

“Si este resultado está muy cerrado, nosotros inmediatamente vamos a desconocer los resultados (…) Lo más valiente que haría este gobierno sería repetir estas elecciones y él (Maduro) retirarse como candidato”, dijo Bertucci en rueda de prensa.

Baja participación

De acuerdo al organismo oficial, la participación fue de 46,1%, el más bajo en la historia reciente de Venezuela. En todas las elecciones posteriores a 1999 (cuando se consagró el voto como un derecho y no un deber), al menos el 56% de las personas habían acudido a votar.

Sólo en la última elección presidencial, realizada en 2013, la participación había llegado al 79.69%.

Elección Año
2000 56,63%
2006 74,7%
2012 80,56%
2013 79,69%
2018 46,1%

“No cambia nada”

Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea (UE) y una docena de países latinoamericanos sostienen que la elección no es justa ni transparente y acusan a Maduro de socavar la democracia.

Chile desconoció este domingo los resultados y acusó a Maduro de instaurar una “dictadura”.

El presidente aseguró que le “resbala” que le digan “dictador” y advirtió que hará “respetar aquí y en el mundo (…) la voluntad del pueblo”, y exigió cesar la “feroz campaña” internacional en su contra.

Casi todo el círculo del gobernante está sancionado por la UE y Washington, que recién sumó al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, a su lista de 70 autoridades venezolanas sancionadas -incluido Maduro-.

“La farsa de las elecciones no cambia nada”, aseveró este domingo el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.

Estados Unidos, al que Venezuela vende un tercio de su producción de crudo, prohibió a sus ciudadanos negociar deuda venezolana y amenaza con un embargo petrolero.

“Donald Trump está decidido a aumentar la presión”, cree el internacionalista Mariano de Alba.

Pero Maduro confía en que esos gobiernos finalmente lo reconocerán, así como en el apoyo de China y Rusia y de la, hasta ahora incondicional, cúpula militar.