Una tensa calma bélica envuelve el norte de África en espera de la respuesta “de castigo” que Argelia prometió a un supuesto ataque con dron marroquí a un convoy de camiones en una carretera del Sahara, en el que murieron tres civiles argelinos.

Akram Kharief, director de la página digital especializada Menadefense, explicó hoy que “los camioneros argelinos fueron asesinados entre las localidades de Ain Bentili y Bir Lahlou, territorio liberado (saharaui), una zona totalmente aislada” usada para el comercio de mercancías entre Argelia y Mauritania.

Una información que la presidencia argelina confirmó el miércoles en un comunicado en el que responsabilizó a Marruecos.

Prometió “represalias” pero sin aportar detalles como el lugar exacto del ataque, el arma utilizada o las razones que inducen a considerarlo como un acto hostil.

Detalles que si proporcionó Menadefense, página que asegura que los camiones quedaron calcinados debido a un disparo de precisión teledirigido hecho desde un avión.

Este despegó minutos antes desde una base aérea de la localidad de Smara, en los territorios ocupados por Marruecos.

En su comunicado, la presidencia argelina se limitó a afirmar que “varios factores apuntan a que las fuerzas marroquíes cometieron asesinato. Esto, mediante esta nueva manifestación de brutal agresividad característica de una conocida política de expansión territorial y de terrorismo”.

Se espera que en las próximas horas se reúna el Consejo de Seguridad argelino, que será el que recomiende al presidente el tipo de respuesta.

Se esperan represalias de Argelia p0or ataque marroquí

La Presidencia prometió, asimismo, que el asesinato de los tres ciudadanos -identificados como los camioneros Hamida Boumediane, Ahmed Belkhir Chtam y Brahim Larbaoui “no quedará sin castigo”, una promesa que abre varios posibles escenarios.

En este sentido, el periodista experto de asuntos de seguridad descartó una respuesta militar directa similar. Pese a esto, hay varias hipótesis sobre que el Ejército argelino podría reforzar su presencia en las fronteras.

“Hay varias opciones de respuesta. Lo único cierto es que el Ejército argelino no bombardeará a civiles marroquíes, una opción totalmente excluida”, opinó Kharief.

“Otras posibilidades son despliegues aéreos, un reforzamiento de las fuerzas en la frontera y un reforzamiento de la seguridad militar”, agregó antes de insistir en que “ninguno de los dos quiere hacer la guerra”.

“Hasta ahora hay una escalada diplomática y política y mucha tensión militar, pero creo que la actitud argelina no predice que habrá una aceleración en este (último) sentido. Es cierto que ninguno de los dos países quiere entrar en una guerra o al menos ser el primero en desencadenarla. La tensión militar se mantendrá, pero la voluntad de los dos países de ir a la guerra no existe”, añadió.

Una fuente de seguridad que prefirió guardar el anonimato precisó que el Ejército argelino, considerado uno de los fuertes en la región, “no gastará su tiempo ni su armamento de alto poder para entrar en una guerra” y vaticinó que la parte marroquí tampoco lo hará porque “sabe que saldría perdiendo”.

“Ningún país quiere entrar en esta guerra. Ese es el objetivo de (otras) fuerzas extranjeras que quieren desestabilizar la región”, advirtió.