El conductor de "Siempre hay un chileno", Marcelo Kiwi, conversó con BBCL sobre el programa de viajes y de paso valora que sea capaz de "reunir a la familia frente al televisor", destacando las claves que lo hace tan cercano al público chileno.

“1,2,3 … probando … probando. ¿Se escucha o no?”. Con un tono jovial, Marcelo Kiwi, conductor del programa “Siempre hay un chileno”, contesta la llamada de BioBioChile. Él ahora se encuentra en Nueva Zelanda y en pocos días recalará en Sidney, Australia. La próxima semana estará en Vietnam. Es que la vida de Marcelo Kiwi es así, va de país en país, entrevistando a los chilenos que decidieron establecer su hogar en otras latitudes.

Desde el 2017, el programa de viajes, ha tenido un silencioso éxito dentro de la televisión abierta. Y la ruta de su creador, ha sido parecida a lo vivido por sus anfitriones. De 47 años, Marcelo Kiwi, ha trabajado en proyectos culturales de 13C para dar el salto a la señal abierta. También se autodeclara “un viajero empedernido”, que ha recorrido India, el Sudeste Asiático, Europa y Latinoamérica.

Como siempre le gustó viajar, la decisión de tomar las riendas y decidirse a probar el formato viajero, ocurrió de modo natural. Hoy disfruta de tener una conexión genuina con la gente.

“Siempre pensé que el programa iba a durar una temporada, que me iba a permitir viajar y conocer lugares. Nunca pensé en llegar a una sexta temporada”, partió diciendo.

No obstante, la génesis de “Siempre hay un chileno”, inició con una desilusión ocurrida en Chile.

La desilusión de Marcelo Kiwi: “Los mismos de siempre”

Antes de mudarse a España, Kiwi no encontraba que el medio audiovisual en Chile, cumpliera con sus expectativas laborales, lo que provocó que sus esfuerzos se enfocarán en intentar algo nuevo.

“Encontraba que eran pocas las oportunidades y beneficiaba a los mismos de siempre”. Y su paciencia, se esfumó cuando le tocó pedir financiamiento para asistir a un festival de Cine en Guadalajara, en México.

“Hay algunas instancias estatales que financian el viaje al festival. A mí me dijeron que no había ninguna posibilidad de ir. Entonces llegué al festival y me enteré que había una delegación de 35 personas. Ninguno tenía una película en la competencia. Este tipo de cosas, me tenían un poco cansado”, admite.

Marcelo Kiwi | Archivo

En ese momento, Kiwi que ya estaba viviendo en Barcelona, se le ocurrió hacer “Siempre hay un chileno”. Presentó el proyecto a Canal 13, donde les gustó la idea. En los primeros años, el programa era emitido los sábados a las 15:00 horas. En la actualidad, el programa se emite en horario prime, después de las 22:00 horas.

“He estado grabando la nueva temporada desde febrero de este año. Estuve en Egipto, en Australia y ahora estoy en Nueva Zelanda”. De esta forma, confirma el conductor, la sexta temporada saldrá a fines de junio por las pantallas de Canal 13.

“Es un programa súper querido por la audiencia, lo ven los chilenos que viven afuera en el extranjero. Entonces de alguna manera reune a la familia frente al televisor”, destaca a BBCL.

Es una manera para poder conectar con Chile, reflexiona.

Anécdotas detrás de cámara

Igualmente, Marcelo Kiwi relata que en el inicio, los primeros compatriotas que salieron al aire, no creían que estaba haciendo un programa de televisión. “Participaban en buena onda”, agrega.

En la actualidad, hay 1.000 inscritos para participar en el programa, pertenecientes a países tan diferentes entre sí, como el Congo, Pakistán, Irán, Irak, Arabia Saudita y Tahití.

Es más, para esta sexta temporada, el animador calcula que ya serán 240 personas chilenos los que pasaron por su micrófono.

También hay muchos momentos detrás de cámara, que forman parte de la vasta experiencia de Kiwi, que no salieron al aire.

“Yo soy bien distraído, se me ha quedado la mochila con los artículos de cámara”, afirma entre risas. Una vez se le quedó el equipo en un templo en Tailandia. En otra oportunidad, casi se le extravía la mochila en una montaña de Finlandia.

Por otra parte, aunque no alcanzó a vivir una experiencia límite, confiesa que “en Kenia grabé en uno de los barrios más pobres. Y para ir a grabar allá, me dijeron que tenía que contratar un equipo de seguridad, para desembolsar 2.000 USD”.

Al final, pudo entrar a la población en Kenia, tras pagar cerca de 20 dólares a unos conocidos. No era tanto el peligro, y fiel al estilo del programa, Kiwi detalla que “hizo buenos amigos” durante la visita al barrio.

Marcelo Kiwi | Archivo

Los secretos de “Siempre hay un chileno”

Muchas veces viaja en solitario, pero también en algunos viajes lo acompaña su pareja Natalia Hebel, quien es periodista y a veces lo asiste en labores de producción.

De repente, Kiwi recibe la ayuda de un grupo de amigos, pero en general, él se encarga de la cámara, sonido, planificación del viaje e incluso las preguntas a sus invitados. “Tengo una investigadora que entrevista a los chilenos, que es lo más importante, porque hay que contar con la materia prima necesaria para mostrar las historias”, acota.

En esta línea, también revela que trabaja con un montajista que se encarga del “ritmo y la onda” que tiene el programa.

Asimismo, el rostro comenta que tiene una fórmula para romper el hielo con sus “personajes” que aparecen a lo largo del programa. “Mi técnica es imaginarme que se parece a un amigo. Al comienzo, trato de sacarle la foto, si se trata de una persona buena para la fiesta, ñoño o espiritual”, indica. Después de este punto, Kiwi comienza a cultivar una relación de confianza durante las horas que dura la entrevista.

¿Qué piensa Marcelo Kiwi de Chile?

A pesar del meteórico ascenso, Marcelo cree que el espacio tiene la opción de quedarse en pantalla, por mucho más tiempo. En ese sentido, es optimista sobre el futuro. “La temática está lejos de agotarse, hay muchos chilenos que esperan que contemos sus historias”, afirma a BioBioChile.

De hecho, sostiene con orgullo, que el programa, se fue ganando “el corazón de la gente”.

Respecto a vivir en Chile, Marcelo Kiwi comenta la necesidad de matizar la opinión que existe sobre nuestro país.

“Dado como se han ido desarrollando los hechos en Chile, muchos chilenos se encuentran muy pesimistas y ven todo muy negro. El estar en contacto con otros chilenos y el haber viajado a más de 90 países, siento que Chile no es el mejor país ni el peor país del mundo. Tenemos cosas muy buenas que a veces no nos damos cuenta. Hay varias cosas que en el país que funcionan súper bien”, comenta a nuestro medio.

Al respecto, considera que temas como la Clave Única, que se encuentra a años luz de Alemania y el trámite para sacar el pasaporte, mantiene a Chile a la vanguardia con otros países. “En África hay gente que vive con menos de un dólar al día”, relata.

Finalmente, el comunicador audiovisual, no esconde sus deseos de vivir otra vez en el país. “Me encantaría volver a Chile, yo soy un fan de Chile. Lo digo de verdad. Trato de ir seguido y de alguna manera sigo ligado, porque mi principal trabajo está en Chile. A la persona que tengo que convencer es a mi pareja, a ella le pregunto todos los días”, afirma riendo.

“¿Volverías a Chile?” -le pregunta a Natalia-, “no”, responde ella, entre risas.