El actor interpretará a Tomás Rodríguez, un padre de familia que vive la ruptura con su esposa luego de que esta se enamore de otra mujer.

Para Felipe Rojas, su próximo rol en Generación 98 significó conectarse con un lado del cual se había alejado desde un tiempo: el de la ira y el resentimiento, a la vez que explora una nueva faceta como padre, jugando con la idea de que, al mismo tiempo, será quien gatille conflictos en la ficción.

Rojas, que en la teleserie a cargo de reemplazar a Hijos del Desierto interpretará a Tomás “El Moco” Rodríguez, quien en el inicio de la serie se debe enfrentar a un cambio radical en su vida: su ruptura con Paula (Josefina Montané).

Específicamente, Rodríguez llega a la reunión de excompañeros donde se encuentra con Loreto, la “Alcachofa”, Del Valle (Ignacia Baeza), quien le recuerda aquella parte de su alocada adolescencia.

Sin embargo, Tomás solo piensa en su mujer, Paula, y su hijo de 13 años. Aun así, ese mismo día su esposa le confiesa que ama a otra mujer y él se sume en la vida de soltero, donde todo lo que ocurre con Loreto no es más que una aventura.

En conversación con BioBioChile, Rojas aseguró que destaca aquellos giros rápidos que tiene la trama ya en sus primeros episodios. “Cuando empecé a leer la teleserie, me gustó mucho que estos conflictos se presentaran tan rápido. La presentación de personajes son inmediatamente sus conflictos”, explica.

En esa rama, aseguró que transformarse en Tomás “ha sido encontrarse con la energía y el motor de la rabia, el resentimiento y el orgullo”.

“Él tiene este mecanismo de defensa, una protección frente al mundo (…) Si para afuera se muestra tan seguro, ¿de qué se está protegiendo? ¿Qué lo amenaza? ¿A qué le tiene tanto miedo? ¿Qué es lo que no permite que el resto vea?”, reflexiona.

“Creo que Tomás tiene una relación muy noble y segura con su familia, que le ha permitido desarrollarse en otros aspectos de su vida con mucha confianza y determinación”, explica sobre su rol.

Sin embargo, “la ruptura con Paula es un quiebre y un piedrazo a su orgullo. Y ahí creo que aparece el odio como un mecanismo de defensa”.

Por otro lado, y a diferencia de lo que se ha visto en otras ficciones, destaca también la relación que mantiene con Loreto, que, más allá de la idea del amor no correspondido clásico de las ficciones, todo va ligado meramente en la amistad y pasarlo bien.

“Su relación es muy entretenida porque Loreto es un salvavidas de este quiebre. Ellos se permiten en un principio abrir y explorar una energía sexual desde la amistad, no desde el compromiso y eso es muy interesante”, asevera.

En esa rama, destaca que “en estas historias la sexualidad está más asociada al compromiso y la posesión que a la exploración y la amistad”.

Pero el corazón de Tomás no tiene solo mujeres, sino que también a su hijo interpretado por Beltrán Izquierdo, con quien ha ido desarrollando una química especial.

“Estoy trabajando hace poco con Beltrán y ha sido una tremenda sorpresa, es un niño muy inteligente, muy ágil mentalmente, muy adaptable y muy talentoso”, describió.

Sobre su relación, Rojas apuntó que se ayudan mutuamente. “A mí nunca me había tocado ser padre en una ficción, y al no ser padre en mi vida no tengo muchos referentes internos. En ese sentido, Beltrán me ayuda harto. Tiene una naturalidad y un acceso al juego muy rápido, muy propio de un niño, y eso es un regalo, finalmente esto se trata, de jugar”, explica.