La animadora estuvo invitada a una nueva edición del programa, donde habló de diversos temas. El capítulo se emitirá esta noche.

Kathy Salosny será la invitada de este martes en el programa Juego Textual, donde hablará de temas ligados a su salida de Mucho Gusto, su relación con Felipe Camiroaga y su reciente libro El abuso no es un espectáculo, develando una conversación que tuvo con su padre.

En este sentido, la comunicadora indicó que años atrás encaró a su padre por un caso de abuso sexual en contra de ella, a lo que encontró una ofensiva respuesta.

“Mi padre fue el abuso al interior de la familia, la intimidad de la familia. Es muy dramático, devastador y complejo”, señaló, añadiendo que la revelación fue catastrófica para la relación con su madre y su hermana.

Adicionalmente, la conductora reveló que una vez invitó a su padre a su casa para encararlo y pedirle una explicación por lo ocurrido. ‘Le pregunté por qué nos hizo tanto daño. Se rió y me dijo ‘Tú estás loca’. Le dije ‘Váyase de acá, no hay ninguna posibilidad de hablar”, confesó.

Kathy Salosny y salida de Mucho Gusto

Respecto a su desvinculación del matinal Mucho Gusto, la animadora sostuvo que se trató de uno de los momentos más complicados en su carrera en televisión.

“Fue muy triste cómo me fueron sacando de ahí, eso afecta la confianza, la autoestima, y no quedó otra que retirarse. Creo que en mi caso fue un tema de edad, y además no tenía una buena relación con el productor ejecutivo. Ese último tiempo fue todo muy doloroso, es triste cuando haces todos los intentos por llevarte bien con una persona y no resulta”, explicó.

“Me sentí cuestionada porque no soy casada, porque no tengo hijos, porque soy feminista y digo las cosas que pienso y cómo las pienso. Me decían por interno: ‘Ella, la feminista’. Se te respeta menos cuando no tienes hijos”, añadió.

Por último también recordó los años de pololeo con Felipe Camiroaga, asegurando que pasaron buenos momentos, aunque catalogó al presentador de televisión como una mala pareja.

“Él era un desastre como pareja. Lo pasábamos el descueve porque era un tipo muy lúdico, demasiado entretenido, muy inteligente, sensible, profundo. Pero era un loquillo”, concluyó.