La animadora y exalcaldesa de Pelarco, Raquel Argandoña, volvió a referirse a la complicada situación que atraviesa su familia, luego de que su hijo Hernán “Nano” Calderón fuera acusado de parricidio frustrado, luego de que el pasado 11 de agosto apuñalara a su padre Hernán Calderón Salinas asegurando que éste abusó y acosó sexualmente a su novia Rebeca Naranjo.

En una entrevista con el diario La Tercera, la panelista de Bienvenidos señaló que esperaba no haberse equivocado al elegir al padre de sus hijos, asegurando que su exmarido sabe que “Nano” no quiso atentar contra su vida.

“Quiero creer que no me equivoqué al elegir al papá de mis hijos, pero lo que está haciendo Hernán Calderón no lo hace ningún padre en el mundo: querer secar a un hijo en la cárcel. Porque él sabe perfectamente que mi hijo nunca fue con la intención de asesinarlo. Él sabe”, expresó.

“Hernán Calderón jamás pensaría que su hijo va a volver a agredirlo (…). Sé que merece un castigo, obvio que sí, pero no secarlo en la cárcel, porque él está enfermo, como todos en esta familia… Estos días he recordado el accidente que tuvo mi hijo en que casi se mató en el Camaro que le regaló su padre. Ahora, cuando me acerco a rezar, le digo a la Virgen: ‘¡Si me lo salvaste de ese accidente, no me lo mates ahora!"”, agregó entre lágrimas.

“Es todo lo que le pido. Si a mi hijo le pasa algo, habría sido mejor que hubiera muerto en ese accidente. ¡Por qué no te lo llevaste en ese accidente! Habría sido un dolor menor del que estoy sufriendo ahora, te lo juro”, manifestó.

El día del incidente

Respecto al día de la agresión, Argandoña contó que su hijo llegó hasta su casa y le contó lo ocurrido, pero luego se fue y no volvió a verlo.

“Mi hijo llega a la casa… Yo le digo ‘qué hiciste, hijo, qué hiciste’. Me cuenta, se queda unos minutos y se va. ‘Tengo que irme’, me dice. Yo le digo ‘¿adónde vas? Quédate aquí. Lo resolveremos como familia’. Él estaba muy asustado. Me dijo ‘tengo que salir, tengo que salir’. No lo vi más. Después me llama su padre. Me cuenta también y me dice ‘lo voy a denunciar, lo voy a denunciar’. Yo le digo: ‘Hernán, haz lo que tengas que hacer"”, relató.

La animadora dijo que “Nano” no le dio más detalles, sólo le dijo que peleó con su papá y éste llamó a Carabineros. Asimismo, confesó que le llamó la atención que cuando Hernán habló con ella se refirió al joven como “tu hijo” en lugar de “nuestro hijo”.

Respecto a las acusaciones de abuso sexual que realizó Rebeca Naranjo contra Hernán Calderón, Argandoña dijo que vio los mensajes que éste le enviaba a la joven.

“Yo no vivo con el padre de mis hijos hace 15 años o más, por lo que yo no sé qué pasa en esa casa puertas adentro. Hernán ha tenido varias parejas. Pero yo vi esos mensajes, los WhatsApp. No voy a decir quién me los mostró. Es súper delicado, porque no lo puedo creer, pero si los estás leyendo, qué quieres que te diga. Acá no se está inventando nada, ni se está reaccionando por lo otro. Yo te reitero: no justifico para nada lo que hizo mi hijo, pero cuando una persona que tenía tanta admiración por su padre se entera de que este le mandaba mensajes a su polola con otra intención y que cuando vivían juntos le hizo tocaciones a ella, no sé cómo reaccionaría otro joven”, comentó.

Al ser consultada sobre si su hijo había sido violento con ella alguna vez, recordó cuando su hijo se molestó y dejó de hablarle tras mencionarlo en un video en redes sociales, pero aseguró que jamás la ha amenazado, negando lo que manifestó su hija Kel en la declaración judicial donde afirmó que “Nano” amenazó de muerte a su madre esa vez.

“Es sabido que cuando yo abrí mi canal de YouTube grabé un video en el que vi un Camaro amarillo y yo sabía que mi hijo tenía uno. Me dijo ‘mamá, baja esa imagen’; yo dije que no y me dejó de hablar por mucho tiempo”, indicó. “A mí, mi hijo jamás me ha amenazado. A lo más me ha dicho ‘mamá, no me gusta que expongas mi cuento’. Yo no lo bajé nomás”, añadió.

“Yo no voy a hablar mal de mi hija Kel. Sé que ella está muy cercana a Hernán ahora. Y me alegro, porque así lo cuida, lo apoya, le da contención. Pero yo soy mamá de dos hijos y siempre los voy a apoyar a ambos. Quiero dejar en claro que no justifico el actuar de mi hijo, pero algo lo llevó a este impulso. Nunca quiso asesinar al papá. Uno por más mal papá que sea, siempre conoce a sus hijos. Tanto Hernán como yo”, agregó.

“Mis hijos se criaron con la nana”

En la ocasión la animadora volvió a culparse -al igual como lo hizo en Bienvenidos- por no haber estado tan presente durante la niñez de sus hijos.

“Cuando yo fui alcaldesa, yo tenía que vivir en Pelarco. Mis hijos vivían en Santiago, a cargo de la nana, la persona que los crió. Al principio, cuando asumí la alcaldía, Hernán estaba a cargo de los niños, pero después fue mi asesor legal en el municipio. Por lo tanto, nosotros dos vivíamos en Pelarco y mis dos hijos estaban en Santiago. Un amigo de Hernán los llevaba los viernes y los retiraba los domingos, pero mis hijos se criaron con la nana”, expresó

“Nosotros pensábamos que éramos padres perfectos, que lo estábamos haciendo de maravilla. Nunca nadie nos dijo lo contrario”, añadió.

Asimismo, dijo que tampoco quería culpar al padre de sus hijos por la crianza que tuvieron, pues ambos son responsables, pese a que él tenía la custodia.

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“No le quiero echar la culpa. Creo que ambos la tenemos. En eso soy súper responsable. Para mí sería muy fácil decir que esto pasó por culpa de él. Si se hubiera criado conmigo a lo mejor hubiera pasado lo mismo. Porque el actuar de nuestros hijos es lo que nosotros enseñamos. La culpa es de nosotros dos. No le puedo echar la culpa a él, no se la echaría nunca. Nunca”, aclaró.

“Ambos trabajábamos y los dejamos abandonados, a cargo de su nana de toda la vida, a quien yo le agradezco mucho, pero dicen que el cariño de papá y de mamá no lo reemplaza nadie (…). Hace muchos años, a uno de mis hijos le salieron unos piojos blancos; dicen que esos aparecen por la soledad”, expresó.

Al ser consultada por sus palabras en Bienvenidos, donde dijo que daría todo para que las cosas hubiesen sido diferentes, dijo que se refería a su carrera y a haber estado más presente.

“Si me preguntas qué desearía en este momento, diría que ya no quisiera llamarme Raquel Argandoña, porque mi hijo está pagando por ser hijo de Raquel Argandoña. Es un peso muy grande ser mi hijo en este momento, es una carga. Es una maldición llamarme como me llamo (…). ¿Tú crees que si yo me llamara Juana Salas los canales de televisión habrían hecho esta carnicería? ¿A quién le habría importado? Habría sido un caso más de violencia intrafamiliar. ¿Por qué tiene tanta publicidad? Porque es mi hijo, por eso estamos hace días en todos los canales”, comentó.

“Soy una mujer pública y siempre voy a dar la cara. Esto es violencia intrafamiliar, pero le están dando el título de parricidio y eso saben perfectamente que no es así. Yo no justifico lo que hizo mi hijo, es obvio que necesita un castigo, pero también tiene que tratarse. Tratarse él, tratarme yo, tratarse su hermana y el papá. Somos un desastre como familia. Y yo lo mantengo, de verdad”, manifestó.

“No solo tiene que ver con mi trabajo. Me habría encantado que alguien me hubiera dicho que estábamos cometiendo errores en la educación de nuestros hijos, que no los dejáramos solos”, añadió.

“Mi hijo no me hablaba hace un año”

Argandoña reconoció que volvió a hablar con su hijo poco antes del incidente, pues antes estuvieron distanciados.

“Mi hijo no me hablaba hace un año. Cuando parece que Hernancito y su papá estaban discutiendo mucho, él pide que le devuelvan su departamento. Se lo dejaron espantoso. De repente yo veo que me dice ‘mamá, ¿estás?’. Le dije ‘siempre’. Mi teléfono está prendido 24/7, porque cuando uno tiene hijos y una mamá de 94 años, uno piensa que puede pasar algo. Entonces empecé a hablar con mi hijo. Debe haber sido hace dos semanas”, comentó.

En relación al comportamiento de su hijo y a las imágenes que ha publicado en redes sociales (con armas, dinero y mujer semidesnudas), ella le bajó el perfil señalando que es “una etapa”.

“Lo que pasa es que los jóvenes pasan por etapas. De repente quieren ser raperos, después quieren cantar, imitan mucho lo que pasa afuera. Copiaron los videos de afuera”, comentó, insistiendo en que sus armas están inscritas y que son para su práctica deportiva de tiro.

Por otro lado, Raquel explicó que quiso llevar a su hijo al psicólogo desde chico cuando mostró comportamiento impulsivo. “Te puedes imaginar cómo era esa casa cuando vivíamos todos juntos y peleábamos. Nunca resolvimos nuestros problemas entre cuatro paredes, siempre los expusimos, desde mi infidelidad, la tuición, todo fue público… Esta es una familia tóxica, nos hemos hecho mucho daño y ahora cruzamos todos los límites”, confesó.

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“La gente habla sin saber”

En cuanto acusaciones de “privilegio” por estar cumpliendo prisión preventiva en una clínica psiquiátrica, Raquel dijo que no es así.

“Que esos que hablan averigüen bien cómo está mi hijo hoy día, y que me digan si eso es un privilegio, él no está en una clínica VIP”, expresó. “La gente habla sin saber, él no está bien; pregúntenles a sus abogados que lo han visto, él no está en un spa, no está en una clínica VIP, ellos lo vieron, y todo lo que se dice es de gente que no sabe. Sólo les he pedido a los abogados que le den un beso, que le digan que lo quiero, que estoy aquí apoyándolo, que nunca lo voy a dejar solo”, agregó.

“Yo fui citada por la psicóloga para evaluar el posible tratamiento de mi hijo. Lamentablemente, los doctores no han podido evaluarlo, porque Gendarmería no sale de la habitación y lo tenían engrillado de pies y manos. No lo soltaban ni para ducharse ni para comer. Mi hijo no puede salir de la habitación, que es de 2×2. Eso no nos pareció humano. Me tuvieron cuatro horas ayer en la clínica mientras pedía un permiso a Gendarmería, pero no lo pude ver ayer. Por eso el abogado puso esta queja”, aseguró.

Finalmente Argandoña indicó que sigue teniendo la misma postura “dura” que mostró antes contra quienes cometen delitos, pero que en el caso de su hijo se trata de una persona enferma.

“Yo creo lo mismo respecto de los delitos, pero cuando se trata de un enfermo pienso que es distinto. Yo sigo pensando que para los violadores hay que tener mano dura, para los criminales mano dura, pero aquí no hubo una intención de asesinar a nadie, solamente de dar una lección. No estamos frente a un asesino. Doy la vida de mi madre y la mía, mi hijo no es un asesino”.