Los hermanos Rafa, Karen y Lesslie lanzaron este viernes Polinesios Revolution en Disney+. El documental muestra el lado oculto de sus vidas como influencers.
Este viernes Disney+ lanzó Polinesios Revolution, un documental enfocado en la íntima historia de uno de los fenómenos web más grandes de los últimos años.
Y es que Los Polinesios, formados por los hermanos Rafa, Karen y Lesslie, pasaron de realizar videos con una cámara casera a llenar estadios y viajar por el mundo. “Hemos estado cocinando este proyecto durante cinco años”, comenta Rafa a Biobiochile.
“En realidad, lo que se muestra también en Polinesios Revolution es todo lo que no les enseñamos de nuestra vida en los contenidos”, explica.
De acuerdo al hermano, más allá del contenido, el gran reto “fue armar una historia con el material grabado”, debido a que, tras años siendo seguidos por las cámaras, poco a poco el relato evolucionó.
El proyecto de Youtube inició como un juego para los tres hermanos. Ahí, solo se dedicaban a realizar videos de bromas entre ellos.
“Eventualmente, haciendo estas bromas nos dimos cuenta de que podíamos hacer más que solo jugar entre nosotros: empezamos a crear contenido de diferentes cosas como tutoriales, cosas de belleza y comenzamos a viajar”, recuerda el hermano mayor.
Leslie destaca lo improvisado que fue su éxito, asegurando que ese detalle es lo que más le gusta. “Fue tan espontáneo que nos hacía pensar: bueno, por algo está pasando”, destaca.
Según su relato, el trío nunca sospechó del nivel de su popularidad en internet hasta que lanzaron su primer show en vivo.
“Recuerdo que inició la venta de los boletos de nuestra primera gira y en 20 minutos se agotó todo. Ahí, con esas cosas dices ‘wow, hay muchos polinesios’, que en realidad sí son los millones que dicen los números”, rememora Leslie.
El documental no solo muestra el inicio de su historia cuando Rafa optó por renunciar a su trabajo para dedicarse por completo a su canal de Youtube, sino que también muestra el lado no tan lindo de su popularidad explosiva.
“Nuestro proyecto no sólo iba en hacer videos, también viajábamos, íbamos de gira, todo. Así fue que, de repente, notamos que el motor se desgasta si no lo dejas reposar”, explica Karen.
“Creo que es muy importante esta reflexión: tenemos que darle tiempo a las cosas, por más impacientes que seamos no podemos acelerar ese proceso, porque sino puede ser contraproducente”, añade, asegurando que fue un aprendizaje que llegó en su propia experiencia.
“Era importante saber que podíamos parar, que podíamos tener este respiro para poder seguir o para poder también hacernos las preguntas correctas: ¿Quiero seguir? ¿Quiero tomar otro camino? ¿Quiero tomar esto? Siento que es muy importante tener ese tipo de pausas en la vida. No no solamente cuando creas contenido”, destaca.