El canal FX tuvo que comparecer en un tribunal, acusado por la legendaria actriz estadounidense Olivia de Havilland, de 101 años, de haber distorsionado la verdad y manchado su imagen en la miniserie Feud: Bette and Joan, en la que es encarnada por Catherine Zeta-Jones.

El canal exigió el martes que se rechace la demanda alegando su derecho a la ficción y la libertad de expresión consagrado en la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

La actriz, ícono de la época dorada de Hollywood y ganadora de dos Óscar, afirma que no dio su acuerdo para realizar la miniserie y que no recibió ninguna remuneración por la utilización de su nombre y su identidad.

Feud cuenta la célebre rivalidad entre otras estrellas de Hollywood, Bette Davis, interpretada por Susan Sarandon, y Joan Crawford, interpretada por Jessica Lange.

La británica Catherine Zeta-Jones encarna a Olivia de Havilland, amiga de Bette Davis. Havilland es la única actriz que sigue viva de las que son retratados en la serie.

Ante el tribunal de Los Ángeles, la abogada de De Havilland, Suzelle Smith, sostuvo el martes que la serie da una mala imagen de su clienta y viola su derecho a la privacidad, al mostrarla en la ficción refiriéndose a su propia hermana, Joan Fontaine, como una “puta” (“bitch”).

FX
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Permitir que los productores se tomen esas libertades con los personajes conllevaría a que las celebridades no puedan “controlar su identidad”, argumentó. “Necesitamos documentales ficcionados que no difamen o cuenten mentiras”, agregó.

Por su parte, el abogado del canal de televisión por cable, Kelly Klaus, alegó que la ficción documental no se propone contar la historia literalmente. “Esa es la función de los documentales”, afirmó.

En septiembre, la jueza del Tribunal Superior de Los Ángeles Holly Kendig dio curso a la denuncia.

La jueza consideró en aquel momento que los productores de la serie sabían que las escenas que involucraban a Olivia de Havilland falseaban la realidad, incluida una entrevista en 1978 en la que Olivia de Havilland denigra a Bette Davis y Joan Crawford y que nunca ocurrió.

Kendig señaló además que la serie retrata a Olivia como una persona propensa a los chismes y que se expresa en términos groseros sobre los demás, incluida su hermana.

“Una de las razones principales del gran respeto del público por Olivia de Havilland es que en su carrera de más de 80 años siempre se negó a involucrarse en cotilleos de Hollywood sobre las relaciones entre los otros actores”, se lee en la demanda.

La jueza también argumentó que el canal se había beneficiado financieramente del uso del nombre de la actriz.

Olivia de Havilland saltó a la fama en la década de 1930 al coprotagonizar con Errol Flynn Las aventuras de Robin Hood, pero su consagración vino con Lo que el viento se llevó (1939) y posteriormente To Each His Own (1946), por la que ganó dos Óscar, y La heredera (1949).