Según este estudio, el actor se posicionó como el hombre más bello del mundo, seguido de Chris Hemsworth y Michael B. Jordan.

Un análisis científico determinó quienes serían los hombres más guapos del mundo hasta ahora y en primer lugar quedó Regé-Jean Page, recordado por su rol en Bridgerton, donde interpretó Simon Basset, también conocido como Duque de Hastings.

Fue el Dr. Julian De Silva, cirujano estético facial británico de Harley Street quien hizo el estudio, usando técnicas de mapeo facial computarizado.

Según explicó el profesional en una entrevista con el medio británico METRO, “estas nuevas técnicas de mapeo por computadora nos permiten resolver algunos de los misterios de qué es lo que hace que alguien sea físicamente hermoso. Y la tecnología es útil también al planificar las cirugías de los pacientes”.

Este estudio entonces, determinó que Page cumplía con todas las características para ser uno de los hombres más hermosos del mundo. De Silva asegura que los resultados repararon en su rostro “clásicamente hermoso y sus hermosos ojos marrones”.

Asimismo, sus labios también serían un factor clave para las conclusiones de la investigación. “Sus labios de forma perfecta también obtuvieron una puntuación alta y la única calificación que obtuvo que fue un poco más baja fue para el ancho y el largo de su nariz“, explicó el experto.

Regé-Jean Page sería el primero más hermoso ¿quiénes le siguen en la lista?

Los resultados del estudio en concreto determinaron que Regé-Jean Page, de 34 años, cuenta con un 93,65% de precisión en el modelo de áurea griega de la belleza Phi, que mide la perfección física del rostro.

En segundo lugar, y con pocos puntos de diferencia, quedó el intérprete de Thor, Chris Hemsworth, con 93,53% de precisión en la escala de Phi. Mientras que tercero Michael B. Jordan, con un 93,46%.

Asimismo, De Silva también mencionó al cantante Harry Styles, que sería el cuarto lugar con 92,30% de belleza según el estudio.

Este algoritmo de belleza Phi, se originó en la época del Renacimiento en Europa, cuando los artistas desarrollaron la ecuación de la “proporción áurea” que les permitía lograr la “perfección” en los rostros que pintaban y retrataban.

Desde entonces, los científicos adaptaron el método para estudiar qué es lo que determina que los rasgos faciales de una persona sean hermosos o cercanos a la “perfección”.