El príncipe Harry, nieto de Isabel II de Inglaterra, y su esposa, la exactriz estadounidense Meghan Markle, llegaron este martes a Fiyi, donde recibieron una acogida multitudinaria e incluso probaron el kava, una bebida local con propiedades sedantes.

Tras más de seis semanas en Australia, el duque y la duquesa de Sussex empezaron una visita de cuatro días a Fiyi y Tonga en el marco de su gira por Oceanía.

En la ocasión, la pareja asistió a la primera cena de gala del tour por Oceanía, donde nuevamente fue Markle fue quien acaparó las miradas.

La duquesa lució una vestido ajustado y con capa en tono celeste que le permitió exhibir por primera vez su pequeño vientre de embarazo.

El traje de marca Safiyaa, una de las firmas favoritas de las celebridades como Kate Winslet o Eva Longoria, tiene un valor de más 975 mil pesos chilenos, y por supuesto, ya está agotado.

Recordemos que el lunes pasado el Palacio de Kensington anunció oficialmente que los duques de Sussex estaban esperando su primer hijo, el que nacería durante el segundo trimestre del 2019.

Aunque no se sabe cuántos meses de embarazo tiene Markle, se especula que podría tener entre 14 y 15 semanas.

La expectación del público

Según consigna la agencia de noticias AFP, durante el día visitaron Suva, la capital de Fiyi, donde el nieto de Isabel II de Inglaterra y su esposa fueron recibidos por unas 15.000 personas, muchas de ellas con banderas y fotos de la pareja real. En Albert Park, en el centro de la ciudad, los ancianos celebraron una ceremonia ataviados con tradicionales faldas de hierba.

Harry recibió como regaló un diente de cachalote, llamado tabua, y que en la cultura de Fiyi es un signo de prestigio. Luego el príncipe tomó un sorbo de kava de un bol común.

Esta bebida, a base con raíces de una planta parecida al pimentero, provoca una leve parálisis en la cara y tiene un sabor de agua con barro

Fiji, una excolonia británica, se convirtió en independiente en 1970 y tiene una población de 920.000 personas.

La llegada de la pareja real a Suva fue multitudinaria y miles de personas esperaban junto a la carretera para ver pasar a los coches. El evento fue retransmitido en directo en televisión.

El príncipe Harry lucía medallas de cuando hizo su servicio militar y pasó revista a la guardia de honor de Fiyi,
cuyos soldados llevaban el sulu, la falda tradicional del país.

Siguiendo las recomendaciones médicas, Meghan, que está embarazada, llevaba falda y mangas largas para evitar el riesgo del zika, una enfermedad transmitida por los mosquitos y que puede provocar deformidades en los recién nacidos.