La familia real tiene un estricto protocolo que debe ser seguido en público y al pie de la letra. Este dicta desde su comportamiento hasta la ropa que llevan, incluyendo el tono de esmalte de uñas que usan.

Las reglas son tan duras que incluso determinan su forma de hablar con el resto y hasta el lenguaje que utilizan.

Según la antropóloga social inglesa Kate Fox, existe un conjunto de palabras que los miembros de la realeza no pueden utilizar, pues no son apropiadas para integrantes de la clase alta británica, ni mucho menos para quienes deben predicar con el ejemplo.

En su libro de 2004, Watching The English: The Hidden Rules of English Behavior (Viendo el inglés: las reglas ocultas del comportamiento inglés), Fox reveló cuáles son los sinónimos que probablemente dirían para reemplazar aquellas palabras.

Estas son algunas de las palabras que probablemente nunca escucharás de la boca de la reina Isabel II, Kate Middleton y su clan.

Pardon (Perdón)

Pardon -o perdón en español- no es una palabra que la realeza use frecuentemente, y menos para disculparse por cosas pequeñas e insignificantes como no haber escuchado correctamente una pregunta o una frase.

La palabra Perdón tiene una larga carga en la historia británica, especialmente para la monarquía, pues es una prerrogativa que podían conceder a personas condenadas. Por lo que no la toman a la ligera.

En reemplazo utilizan otros sinonimos como Sorry (disculpe), What (Qué), o una combinación de los dos como “Sorry, what?” o “What? sorry?”.

Mom y Dad (Mamá y Papá)

Se dice que las palabras Mom y Dad (mamá y papá) fueron registradas por primera vez en el XVIII y se especula que nació del balbuceo de un bebé.

Ambas palabras comenzaron a expandirse por Europa hasta llegar a Inglaterra, donde la gente común empezó a usarlas como sinónimo de madre y padre.

La clase alta, especialmente los integrantes de la aristocracia y realeza, consideraban que ambas palabras no eran dignas de ellos, por lo que preferían los términos Mummy y Daddy (mami y papi).

De hecho, el año pasado el príncipe Carlos dio un buen ejemplo de ello durante su discurso por el Jubileo de Diamante de la reina Isabel, donde frente a cientos de personas la llamó Mummy (mami).

Perfume

Muchos podrían pensar que es una de las palabras favoritas de los miembros de la realeza, pero la verdad es que no está dentro de su vocabularios.

La razón es que proviene de la palabra francesa “parfum”, lo que no era bien recibido por los monarcas de hace varios siglos, cuya tarea era preservar la lengua inglesa.

Por esta razón prefieren reemplazarla por scent (aroma). Y si bien ambas palabras pueden ser usadas como sinónimos, muchos consideran que hay una tenue diferencia entre ambas.

El perfume, por lo general, tiene un perfil muy intenso, mientras que un aroma es más suave distintivo, identificable o incluso de pasada (como los perros que rastrean un olor).

Patio

La realeza vive en hermosos palacios con grandes jardines que son uno de los atractivos que tienen estos lugares. Lo curioso es que otra de las palabras que la familia real no puede usar es para referirse a estas zonas.

En su libro, Fox explica que los miembros de la clase alta prefieren no usar la palabra patio porque era usualmente utilizada por el resto de la población para referirse a sus propios espacios.

En su reemplazo usan la palabra “terrace” (terraza).

Living room y lounges

Es una palabra usada diariamente por casi todos, excepto por los miembros de la realeza. Living room y lounges (salones) no son palabras aceptables entre la clase alta, a pesar de tener cientos de estas habitaciones en sus diferentes palacios.

Para los royals, las habitaciones donde se ubican los sofás son conocidas como drawing room y sitting room, es decir, sala de dibujos y sala de estar.

En el siglo XVIII, reyes y reinas dejaban una o más habitaciones destinadas netamente para dibujar con tranquilidad, lo cual dio el nombre a estos salones. Con el paso del tiempo, fueron destinados para que los nobles los utilizaran para esperar a que el monarca se presentara en público.

Un siglo después, este salón derivó en la sala de estar que cumplía la misma función.

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Tea y Dinner (Té y cena)

En Inglaterra, una familia de clase media puede sentarse a tomar “té”, es decir, un refrigerio por la tarde o una comida completa como lo que llamaríamos “cena”.

Sin embargo, la familia real sólo usa el término para referirse a la bebida caliente, mientras que “cena” se utiliza estrictamente para referirse a eventos que requieren invitaciones elegantes.