Si bien el cliente del banco entregó su Digipass en una llamada telefónica que supuestamente era de un ejecutivo del banco, la justicia precisó que el proceder del estafador debió haber sido advertido por el departamento de fraude del banco.

La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó una sentencia que ordenó al Banco de Chile a pagar la suma de $30.000.000 por actuar negligente.

¿La razón? Un cliente, la empresa Vegetalia SpA, sufrió operaciones electrónicas fraudulentas en la cuenta que poseía con el banco.

En específico, y de acuerdo al fallo en primera instancia, le sustrajeron $40 millones en el lapso de un minuto, aproximadamente.

El Banco de Chile, por su parte, aseguró en el curso legal de este caso que el acto que posibilitó la estafa no había sido por una falta de seguridad en sus sistemas, sino por “un acto negligente del cliente quien entregó su clave digipass a un desconocido”.

El responsable de la sustracción tenía cuenta en el Banco Santander, que retuvo parte de los dineros.

La justicia analizó todas las aristas de este caso. Y si bien el cliente del banco entregó su digipass en una llamada telefónica que supuestamente era de un ejecutivo del banco, precisó que el proceder del estafador debió haber sido advertido con un mínimo de diligencia por el
departamento de fraude del banco.

Eso último, por los pocos segundos en que se realizaron las transferencias.