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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El CEO de Astronomer, Andy Byron, protagonizó un escándalo al ser captado abrazando a la encargada de recursos humanos durante un concierto de Coldplay, lo que desencadenó una investigación y su posterior renuncia. Esto, a su vez, abre el debate sobre las relaciones en el trabajo, tema abordado en años anteriores por la Dirección del Trabajo en Chile. La psicóloga Valeria Ibarra destaca la dificultad de evitar estas situaciones, dado que las personas pasan gran parte del día en sus trabajos. Por ello, propone evitar relaciones entre personas con jerarquías distintas y promover la transparencia en las empresas, añadiendo que para las empresas que "venden ética", "dejan una imagen pobre" cuando se destapan casos como el de Byron.

Un concierto de Coldplay, una cámara, dos personas y una reacción que recorrió todo internet, y también remeció a una empresa de tecnología estadounidense.

Lo sucedido con el CEO de Astronomer, Andy Byron, no solo quedó como una anécdota “jocosa” -o vergonzosa-, sino que también llegó para cuestionar cómo se manejan las relaciones de pareja dentro de las organizaciones.

Y no se trata de un tema menor: en Chile la Dirección del Trabajo (DT) ha tenido que pronunciarse sobre los límites que tienen las empresas al adentrarse en este aspecto de la vida personal de sus trabajadores.

Por otro lado, estudios apuntan que una cantidad importante de profesionales prefieren mantener en secreto si poseen una pareja en su lugar de trabajo, sea por falta de confianza o por evitar problemas con las jefaturas.

La “kisscam” de Coldplay trae a colación las relaciones en el trabajo

Byron trabajaba, hasta hace poco, como gerente general de la mencionada empresa que ofrece soluciones de datos para empresas.

Durante un concierto de Coldplay en Boston (EEUU), la “cámara del beso” lo enfocó abrazando a Kristin Cabot, la encargada de recursos humanos (CFO) de Astronomer. La vergüenza en la reacción de ambos fue evidente, y resulta que el exCEO es casado.

Poco después, la mesa directiva de la compañía decidió abrir una investigación “formal” al respecto, agregando que “Astronomer está comprometido con los valores y cultura que nos han guiado desde nuestra fundación. Se espera que nuestros líderes marquen la pauta tanto en conducta como en responsabilidad”.

Luego, Byron renunció a su puesto.

¿Permitir, limitar o prohibir?

Más allá de esta caso, una de las discusiones que pueden surgir es qué tanto una empresa puede intervenir en la relación sentimental y amorosa de dos personas trabajadoras.

Cabe resaltar que este punto ha sido abordado por la propia DT.

Ejemplo es el pronunciamiento en 2019 donde, tras la consulta de una empresa sobre la posibilidad de prohibir relaciones de pareja, es que la autoridad sentenció que está prohibido en aquellos casos que provoquen “conflictos de interés, crean un clima laboral adverso o perjudican el desempeño laboral de estos trabajadores o de sus compañeros”.

Sin embargo, la DT negó a Incofin (quien pidió el pronunciamiento) que cree una norma al respecto, porque “podría provocar una colisión con el ejercicio de los derechos constitucionales de los trabajadores a quienes se dirige, especialmente en lo que dice relación con el derecho a la intimidad y la libertad de trabajo”.

La psicóloga organizacional,consultora en liderazgo y bienestar, y docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes (UANDES), Valeria Ibarra, recordó que este tipo de relaciones no se pueden evitar.

“Tengo muchos años trabajando en empresas, y es muy difícil que estas situaciones no se dé”, considerando que los trabajos son “lugares donde se pasan más de 10 horas al día y por largo tiempo en algunos casos”.

“Lo que las empresas han ido haciendo es transparentar estos procesos. Antes trataban de prohibirlo, pero ahora se busca que no afecte el día a día”, agrega.

Cuidado las empresas que “venden ética”

Con todo, la psicóloga propone como medida que se evite las relaciones entre personas con jerarquías distintas -como jefe y subordinado-. “Si todo el mundo sabe que estás saliendo con tu jefe, puede afectar en el resto del equipo”. Y en el caso de que estén en el mismo nivel, “no puedes cortar la libertad de trabajo”.

Lo importante es tener claridad acerca de los espacios de independencia y autonomía, y que tu jefe también lo tenga claro”.

Sin embargo, también hace dos advertencias: una en lo personal y otra en lo empresarial.

En un sentido, resalta los riesgos que posee una relación en contexto laboral. “Por ejemplo, si pelean, es imposible que como ser humano tú no te lleves esas cosas al trabajo. Puede que uno de los dos renuncie, se discutan temas de confidencialidad, o que se afecte la credibilidad”.

Y de este último punto, la docente universitaria sentencia que para una compañía que “vende ética” al decir que poseen unos ciertos valores empresariales, la situación donde “un jefe que engaña a su mujer, deja una imagen pobre”.