La cervecera neerlandesa Heineken anunció este miércoles que eliminará unos 8.000 puestos de trabajo, casi un 10% de su plantilla en todo el mundo, como parte de un plan de reducción de costes por el golpe sufrido en la pandemia, que redujo el volumen de venta de cervezas en un 8% en comparación con 2019.

En la presentación de sus resultados anuales, la compañía explicó que pondrá en marcha un plan de recortes para ahorrar alrededor de 2.000 millones de euros brutos hasta 2023 y espera reducir sus costes totales con los despidos en 350 millones de euros.

La empresa, que cuenta con unas 85.000 personas en su plantilla en diferentes países, todavía no tiene claro dónde recortará esos empleos, pero calcula que su oficina central será objeto de una reducción del 20% en costes de personal hasta finales del primer trimestre de 2021.

Los resultados de la compañía se vieron golpeados por las restricciones ligadas a la pandemia: el cierre de bares y restaurantes para garantizar la distancia social, o la prohibición total de venta de alcohol en algunos países, que dejaron un ingreso total de 23.770 millones de euros, un 16,7% menos que el año anterior.

El beneficio neto de la empresa en 2020 fue de 1.154 millones de euros, una bajada del 49,4% en comparación con 2019, algo que ya esperaba la empresa por las restricciones aplicadas en mercados importantes, como México o Brasil, que se han visto fuertemente afectados por la pandemia.

Además, la conversión de moneda afectó de forma negativa a los ingresos netos en 1.259 millones de euros, un 5,3%, impulsados principalmente por el real brasileño, el peso mexicano, la naira nigeriana, el rublo ruso y el rand sudafricano, detalla.