Voraz importadora de materias primas, fábrica del mundo, gran consumidora de lujo y viajes, China es ineludible a lo largo de las cadenas de producción de las multinacionales, que se ven duramente afectadas por la epidemia de coronavirus en el gigante asiático.

Ogro de las materias primas

Una caída de 0,3 puntos de crecimiento este año de la segunda economía mundial tendría un impacto casi idéntico (-0,2 puntos) en el crecimiento global, según Deutsche Bank.

Por lo tanto, los países exportadores de materias primas se verían directamente afectados por la desaceleración de la actividad del gigante asiático.

Según la aseguradora francesa Coface, el gigante asiático absorbe casi 14% de la producción mundial de petróleo.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé una contracción de la demanda mundial de petróleo en el primer trimestre por primera vez en una década.

China también consume casi 40% de la producción mundial de metales. Con las fábricas chinas trabajando en cámara lenta, las multinacionales mineras están necesariamente expuestas. El australiano BHP, el mayor productor mundial de minerales, advirtió que la demanda de materias primas que produce podría verse afectada, a menos que la epidemia esté contenida para finales de marzo.

Algunos países, como Chile, que extrae casi un tercio del cobre mundial, están expuestos. También se temen consecuencias para los productos agroalimentarios, como la soja, de la que Brasil es el mayor productor mundial.

Fábrica del mundo entero

Desde hace unos 30 años, China se convirtió en la fábrica del mundo. Es imprescindible para la producción de teléfonos móviles, pantallas planas, computadoras, repuestos para automóviles y muchos otros objetos.

La agencia Fitch redujo su calificación de “todos los fabricantes de componentes electrónicos” directamente afectados por el cierre de numerosas fábricas en China. Apple mencionó dificultades de suministro de iPhones, fabricados en China.

El grupo francés de equipos y servicios energéticos Schneider Electric, cuya planta de Wuhan aún sigue paralizada, estima en 300 millones de euros las pérdidas previstas en el primer trimestre.

El gigante danés del transporte marítimo AP Moeller Maersk espera un comienzo de año “débil” debido a un cierre más largo de lo habitual de las fábricas en China.

Por lo que se refiere a la industria automotriz, Fiat Chrysler anunció el cese provisional de su fábrica de Kragujevac en Serbia “debido a la falta de disponibilidad de algunos componentes procedentes de China”.

El japonés Toyota y el alemán Volkswagen tuvieron que retrasar la reanudación de la producción en sus plantas de montaje.

El surcoreano Hyundai también tuvo que interrumpir su producción. La epidemia causada por el coronavirus también puede provocar problemas de abastecimiento de medicamentos en Europa, ya que una “gran parte” de los “principios activos farmacéuticos” se fabrica en Asia, advirtió la Academia Francesa de Farmacia.

Consumidora ávida

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A lo largo de los años, con el surgimiento de una clase media, China está pasando gradualmente de una economía de producción a una economía de consumo. Este mercado de más de 1.000 millones de habitantes se convirtió en un mercado ineludible.

Apple, ya perturbado por la epidemia en sus suministros, sufre también al final de la cadena, ya que la demanda de sus productos, de los que los chinos son muy aficionados, disminuye.

Cadenas como Starbucks, para las que China es el segundo mercado mundial, han cerrado muchos puntos de venta.

El proveedor deportivo Adidas ha visto cómo sus actividades en China han disminuido un 85% en un año desde finales de enero.La industria del lujo está sacudida. Kering (Gucci, Yves Saint Laurent, etc.) registró una fuerte disminución de sus ventas en China continental y la casa de ropa Burberry advirtió de un “impacto negativo importante”.

El sector turístico está directamente afectado por la cuarentena de docenas de ciudades chinas y la prohibición de los viajes organizados de chinos al extranjero. Según las cifras de la Coface, los turistas chinos gastan cada año 130.000 millones de dólares en el mundo. El tráfico aéreo también ha sufrido los efectos de la pandemia.

Varias compañías aéreas, entre ellas Air France, British Airways, Air Canada, Lufthansa o Delta, han suspendido sus vuelos a la China continental.

Por otra parte, Air France KLM estimó el jueves entre 150 y 200 millones de euros el lucro cesante debido a la suspensión de los vuelos del grupo a China de febrero a abril. En el sector del turismo, el grupo hotelero Accor informó de que había cerrado 200 de los 370 hoteles de su red en China y Hong Kong.