El cierre del Gobierno en Estados Unidos desde el 1 de octubre parece no tener fin. Como consecuencia de la congelación presupuestaria, el presidente estadounidense Donald Trump ya ha anunciado los primeros despidos de funcionarios federales.
La Casa Blanca, además, anunció este miércoles que probablemente despida al menos 10.000 empleados federales, mientras Trump intensifica la presión sobre los demócratas.
“Creo que probablemente acabaremos superando los 10.000 (despidos)”, dijo el jefe de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought, en una entrevista en el programa The Charlie Kirk Show cuando se le preguntó al respecto.
Documentos judiciales presentados por el Departamento de Justicia revelaron que el viernes pasado fueron despedidos más de 4.000 empleados. Los departamentos más afectados fueron Tesoro, Salud, Educación y Vivienda.
Trump ya había advertido que la continua negativa de los demócratas a apoyar una resolución aprobada por la Cámara de Representantes para prorrogar el presupuesto actual hasta finales de noviembre resultaría en despidos masivos.
¿Qué es un cierre del Gobierno?
En la política estadounidense, se denomina “cierre” o “shutdown” cuando el Senado, la Cámara de Representantes y el presidente no llegan a un acuerdo sobre la liberación de nuevos fondos presupuestarios, ni siquiera temporalmente.
El Gobierno ya no puede realizar nuevos gastos y gran parte de la administración federal cesa temporalmente sus operaciones.
La base legal del cierre es la “Ley Antideficiencia”, promulgada en 1884, que prohíbe al Gobierno gastar sin la aprobación legislativa previa. Y eso es precisamente lo que sucedió: se esperaba que el Congreso acordara la financiación, pero como no ocurrió, comenzó el cierre.
Los republicanos y los demócratas se culpan mutuamente.
¿Qué tan habituales son los cierres?
En la historia de Estados Unidos se han producido 21 “shutdowns” desde 1976.
El más largo hasta la fecha duró 35 días, de diciembre de 2018 a enero de 2019, por cierto, también bajo el mandato de Trump.
En aquel momento, el Congreso se negó a asignar 11 mil millones de dólares para la construcción de un muro en la frontera con México.
Finalmente, acordaron un presupuesto que excluía dicha financiación.
¿Cuáles son las consecuencias del cierre?
Se estima que 750.000 empleados federales están afectados por la congelación presupuestaria, sobre todo, en la administración federal, el tráfico aéreo e instituciones públicas. Esto significa que el cierre también puede afectar al itinerario de los turistas.
Sin embargo, los empleados de la Policía, la patrulla fronteriza, los hospitales y el control del tráfico aéreo siguen operando a pleno rendimiento.
Desde el último cierre en 2018/2019, existe una ley que garantiza el pago retroactivo a todos los empleados federales afectados, una vez se haya aprobado el nuevo presupuesto.
La administración Trump ya ordenó a varias agencias federales que consideren posibles despidos permanentes. El pago retroactivo tampoco está garantizado para los subcontratistas que trabajan para el Gobierno.
Un problema añadido es que muchos estadounidenses no tienen ahorros, y una brecha en su salario podría afectarlos duramente, incluso si lo reciben más tarde.
¿Por qué fracasaron las negociaciones?
Esta vez, el tema de la discordia fue la política sanitaria. Los demócratas exigen que los republicanos sigan garantizando el apoyo gubernamental al “Obamacare”, el programa de seguro médico introducido durante la presidencia de Barack Obama.
También presionan para revertir los recortes a la atención médica de los más pobres (“Medicaid”). Estos recortes son parte del megapaquete legislativo que Donald Trump llamó su “gran y hermoso proyecto de ley”.
Sin embargo, los republicanos lo rechazan rotundamente. En cambio, afirman que los demócratas también quieren incluir fondos para la atención médica de los inmigrantes indocumentados. Los demócratas lo niegan de plano.
¿Cómo puede Trump beneficiarse del cierre del Gobierno?
Para los demócratas, el cierre es un arma de doble filo.
Por un lado, el proceso de aprobación del presupuesto es una de las pocas oportunidades para contrarrestar las acciones políticas unilaterales de Trump.
Por otro lado, es un instrumento de poder para Trump para reducir aún más el aparato gubernamental.
Los despidos definitivos de funcionarios federales están en marcha, según declaró Trump a la prensa en la Casa Blanca, en Washington.
“Todo esto es culpa de los demócratas. Los demócratas están provocando la pérdida de muchos empleos”, añadió el republicano, refiriéndose a la oposición en el Congreso.
Hace unos días también se anunció que se recortará la financiación de proyectos climáticos por valor de casi ocho mil millones de dólares estadounidenses.