Los mayores montos en las cuentas -y que pertenecen a connacionales- están depositados en Suiza, Luxemburgo, Islas Caimán, Bermudas, Irlanda, Liechtenstein, Bahamas, España, Alemania y Canadá.

El Servicio de Impuestos Internos (SII) detectó que existen en el extranjero 153.314 cuentas financieras que pertenecen a ciudadanos chilenos, que en total suman US$32.579 millones.

De esas 153.314 cuentas, indicó Diario Financiero, el Servicio está poniendo especial atención en 676 contribuyentes (538 personas naturales y 138 empresas, de las cuales 476 personas están calificadas como de alto patrimonio), debido a que su comportamiento tributario tiene impacto considerable en el sistema.

Casi 90 países fueron los que otorgaron antecedentes al respecto al SII, al poseer entre sus clientes a personas chilenas (Suiza, Bahamas, España, Emiratos Árabes Unidos, Islas Vírgenes Británicas, Portugal, China, por nombrar algunos).

En tanto, los mayores montos en las cuentas -y que pertenecen a connacionales- están depositados en Suiza, Luxemburgo, Islas Caimán, Bermudas, Irlanda, Liechtenstein, Bahamas, España, Alemania y Canadá.

El citado medio sostuvo que, en la misma línea, Chile también otorga información sobre las cuentas de extranjeros en el territorio en caso de que le sea solicitada por los reguladores (hay 7.825 cuentas de extranjeros residentes en el país).

Ello, tiene como objetivo la cooperación para evitar, por ejemplo, la doble tributación.

Sobre las prioridades para este año, la institución ha destacado el control a la elusión, fortalecer la estrategia de persecución penal de los delitos tributarios y la focalización de las acciones de fiscalización en segmentos como Altos Patrimonios, Grupos Empresariales y Multinacionales.

Para que una persona sea clasificada como de alto patrimonio debe tener un ingreso para los últimos 3 períodos tributarios mayor a 150 mil dólares, o un Patrimonio Personal mayor a un millón de dólares, o un Patrimonio Familiar base mayor a US$2 millones.

El SII señaló que sigue apuntando a controlar los riesgos de incumplimiento en dos temáticas principales: el traspaso intergeneracional de Patrimonio (por ejemplo, herencias y donaciones); y la declaración y pago del Impuesto Global Complementario.