"Compré 24 latas de atún. Casi no me queda espacio en el baúl del auto", expresó a El Clarín una turista trasandina que estaba de paso por nuestro país. Durante el último fin de semana largo, cerca de 40 mil argentinos cruzaron la cordillera, ocasión que aprovecharon para comprar tanto comida como ropa y electrónica a precios más convenientes.

Muchas personas dicen que la historia suele repetirse una y otra vez. Otros afirman lo contrario pero que sí hay aspectos generales que suelen darse a menudo en distintas épocas y momentos.

¿Por qué traemos esta frase a colación? Porque durante el pasado fin de semana largo, alrededor de 40 mil personas cruzaron la cordillera desde Argentina. Y no solo para disfrutar de lo que el litoral de la zona central puede ofrecer, sino también realizar compras más baratas, mucho más baratas de lo que pueden hacer en su país.

Según nuestro medio asociado Perfil, en algunos casos los trasandinos tuvieron que hacer colas de hasta 10 horas para entrar a nuestro país.

De esta forma, se dio una situación inversa a lo sucedido en noviembre del año pasado cuando, por ejemplo, buses repletos de chilenos cruzaban hacia argentina con tal de hacer rendir mejor el dinero y comprar mercadería a menor costo.

Argentinos comprando en Chile

Compré una mesa que en Argentina sale $160 mil pesos por $38 mil en Chile. Tengo un (Volkswagen) Voyage 2017 y conseguí las cuatro cubiertas (neumáticos) por $260 mil pesos”.

“Los jeans están en $5 mil pesos argentinos. Hay televisores 50 pulgadas por $300 mil pesos cuando en Argentina salen $600 mil”, dijo el originario de Bariloche, Mauricio Almonacid a El Cordillerano, según cita Perfil.

También a modo de comparación: La Playstation 5 se puede encontrar a unos US$780 en nuestro país, mientras que en Argentina la consola de Sony alcanza los US$1.500.

Mismo caso para un iPhone 14 de 256 gigas. Mientras aquí cuesta cerca de US$900, al otro lado de Los Andes se encuentra, por lo bajo, en US$1.400.

Los dos productos estrella: Atún y repelentes

Sin embargo, estos no han sido los productos que más han brillado en esta ocasión: Las latas de atún y los repelentes de insectos.

Según señala El Clarín, el mencionado alimento subió un 317% en aquél país, de $907 pesos argentinos en 2023 a $3.785 (alrededor de US$4) en 2024 según Focus Market.

Sin embargo, la lata de atún de una reconocida cadena de supermercados nacional cuesta solo $1.350 (cerca de US$1,42).

Compré 24 latas de atún, casi no me queda lugar en el baúl del auto pero realmente está mucho más barato que en Argentina”, dijo Victoria a El Clarín, quien además aprovechó de llevarse otros alimentos e incluso utensilios de cocina.

Finalmente, el repelente para insectos ha tomado importancia dado el alza en los casos de dengue (129 muertos y más de 180 mil afectados). Tal ha sido la amenaza del mosquito que contagia la enfermedad que el Gobierno de Javier Milei se vio forzado a levantar las restricciones de importación a repelentes.

Y mientras eso sucede, los turistas aprovechan para llevarse algunas botellas de aerosol a mucho mejor precio.

Ahora bien, un conocido repelente hecho en argentina de 170 ml puede costar $5.895 en farmacias nacionales (US$6,20 aproximadamente), mientras que en su país de origen puede llegar hasta los $13 mil pesos argentinos (o $13 dólares blue), según El Clarín.

¿Por qué los argentinos regresaron a comprar en masa a Chile?

El país dirigido por la nueva administración de La Libertad Avanza, cerró el 2023 con un IPC del 211,4%, el peor desde la hiperinflación de 1990. Y si bien la misma ha logrado desacelerarse, sigue sin dar tregua y los sueldos de las personas siguen haciéndose polvo día con día.

Este es uno de los aspectos que ha llevado a que los turistas trasandinos decidieran volver a comprar en masa en Chile, a lo que se añade la caída del dólar blue de unos $40 pesos argentinos en lo que va del año.

Fotografía de varios productos al interior de un carro de supermercado el 17 de enero 2024, en Santiago (Chile)
Archivo | Elvis González | EFE

A esto se le puede añadir la fuerte devaluación que sufrió la moneda luego de los primeros anuncios en materia económica realizados por la administración Milei, donde el dólar oficial pasó de $366 a $800 pesos argentinos en diciembre, “sincerando” así el tipo de cambio.

Según agregó el economista y docente de la Escuela de Negocios en AIEP, Abraham Flores, “a los trasandinos no les conviene usar tarjetas de crédito en nuestro país, ya que la conversión será más alta respecto al efectivo debido al dólar turista que les aplica a ellos, donde se incluye el impuesto país. Por eso, traen dólares en efectivo y los cambian a peso chileno“.

Esto último fue reafirmado por el economista de PKF, Héctor Osorio, quien recordó que los argentinos no suelen generar ahorro en pesos (dada la inflación), sino en dólares.

“Los argentinos no tienen una moneda, tienen una “cuasimoneda”. Por moneda siempre tenemos que entender aquella unidad de medida que nos sirve para atesorar y para transar. El peso argentino sirve para transar, pero nadie guarda pesos pensando en ahorrar (…) en unos pocos meses van a valer mucho menos. Por el contrario, atesoran en dólares y lo han hecho durante mucho, mucho tiempo“, comentó a BioBioChile de forma escrita.

También es importante recalcar no solo el papel de la conversión de divisas, sino de las distintas tasas e impuestos que enfrentan, por ejemplo, los artículos tecnológicos en el país vecino, mientras que en Chile varias importaciones se ven beneficiadas mediante tratados con el Asia Pacífico, según señalan desde AIEP.

“En Argentina, productos electrónicos y manufacturados de cierta complejidad, enfrentan junto con el precio internacional, el costo de transporte (igual que nosotros), pero además, tarifas arancelarias y costos para arancelarios que suben su precio. Adicionalmente, la inexistencia de un mercado abierto le quita dinámica al proceso importador argentino”, subrayó Osorio.