Pensaron que eran trastes olvidados por el hijo, así que desecharon todo.

Un jugador y empleado de J&L Game en Nueva York vivió una pesadilla al descubrir que su colección de videojuegos y consolas retro, valorada en $500,000 dólares (casi $500 millones de pesos chilenos), fue desechada por sus propios padres tras independizarse.

El joven jugador, al emprender una nueva etapa en su vida, dejó atrás consolas selladas y una amplia colección de títulos retro, solo para descubrir que sus padres, ajenos al mundo de los videojuegos, consideraron los objetos como simples “trastos viejos” y decidieron deshacerse de ellos sin consultar con su hijo, constató Tarreo.

La falta de comunicación entre padres e hijos resultó en la pérdida de valiosas piezas de colección.

Aunque la cantidad exacta de juegos no se especifica, la lista incluye varias consolas, como una Coleco, una Famicom, una Intelli, y una Neo Geo AES valorada en $650 dólares. Además de las consolas, también se perdieron videojuegos y otros objetos retro que contribuían significativamente al valor total de la colección.

Al menos, ahora sus padres saben que en una era donde lo digital reina como nunca y de a poco, va matando al formato físico, los videojuegos y las consolas sobre todo retro, son piezas de colección de alto valor.