Un reciente estudio de la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Pontificia Universidad Católica (Dictuc) encontró que en Chile, durante los días de calor extremo, hay un mayor riesgo de que ocurran accidentes laborales.
Los resultados arrojaron que este fenómeno afecta de manera transversal a personas de todas las edades, pero las mujeres presentan un mayor riesgo que los hombres.
En concreto, el riesgo de sufrir un accidente en el trabajo incrementa en un 19% durante los días donde la temperatura alcanza los 35°C en comparación con jornadas de 20°C.
El estudio lo dirigió Yasna Palmeiro, enfermera de la PUC y candidata a Ph.D. en Salud Global por la University College London, financiado por la Asiciación Chilena de Seguridad (Achs).
“El objetivo de este estudio fue determinar el riesgo laboral asociado al calor extremo en diversos rubros, identificando los factores que lo determinan y los elementos mínimos que deben contener los planes de acción para evitar consecuencias negativas en la salud de las personas expuestas”, explica la académica en un comunicado.
“Los resultados confirman que el calor es un factor de riesgo crítico y dinámico; a diferencia de las bajas temperaturas, donde las medidas de protección parecen estar más consolidadas”, añade.
En la misma línea, manifiesta que “el fenómeno del calor extremo nos impone el desafío de adaptar la gestión preventiva a las nuevas condiciones climáticas del país”.
Más calor, más riesgos
A nivel nacional, el estudio identificó que el riesgo promedio aumenta un 6% incluso en días que no alcanzan los 35°C, pero depende de la climatología local de cada comuna.
Geográficamente, este aumento del riesgo se observa en todo el país, pero las zonas centro y sur son más sensibles al calor, en comparación con el Norte. El estudio sugiere que esto se debe a que en el centro y sur hay una menor aclimatación al calor extremo e igualmente se implementan menos medidas para prevenir los efectos de este.
En contraparte, se encontró que el frío no aumenta los accidentes, posiblemente porque ya existen medidas de protección para este.
Por otro lado, identificaron que el riesgo afecta por igual a trabajadores de todos los rangos etarios, pero existen brechas por género y actividad económica.
Una explicación al mayor riesgo para las mujeres podría ser que los equipos de protección son pensados para hombres, por lo que hay diferencias fisiológicas y de sensibilidad al calor, y/o exposición diferencial a ciertas tareas, recoge el estudio.
Los trabajos con mayor riesgo por el calor extremo son:
1. En la agricultura, sector forestal y pesca, aumenta un 17% el riesgo de accidentes durante episodios de calor extremo.
2. Trabajos del sector público un 9%.
3. Industria, construcción y minería un 5%.
*En contraste, el sector de comercio no registra variaciones significativas en su riesgo de accidentes laborales con el calor.
¿Cómo prevenir los accidentes laborales?
Los expertos apuntan a que las olas de calor se pueden mitigar en los entornos laborales con medidas concretas que pueden llegar a salvar vidas.
Héctor González, jefe de servicios preventivos de la Achs, señala que “para las entidades empleadoras, es fundamental instalar fuentes de agua fresca cerca de las estaciones de trabajo”.
Asimismo, llama a “habilitar áreas de descanso climatizadas o con sombra y adaptar los horarios para limitar la exposición directa al sol, especialmente en tareas de alta demanda física”.
El experto también recomienda fomentar el trabajo en equipo, para así implementar la supervisión mutua.
Los trabajadores, además, deberían hidratarse cada 15 minutos, aplicarse bloqueador solar con frecuencia y utilizar ropa adecuada, es decir, idealmente holgada y de tela transpirable, aconseja.
Por último, si se presentan síntomas como dolor de cabeza intenso, náuseas o desorientación, González recomienda detener las actividades inmediatamente, buscar sombra e informar al supervisor para recibir asistencia médica.