Hoy 17 de mayo, se recuerda y reivindica el Día Internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia. Su origen se remonta oficialmente al 2004, pero fue impulsado 14 años antes, cuando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1990 dejó de considerar la homosexualidad una enfermedad.

En el ‘Día internacional contra la homofobia, bifobia y transfobia’, el investigador y especialista en patógenos de plantas, Dr. Ariel Herrera, del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), llama a proteger los equipos diversos en el mundo científico.

En 2011 se calculó que existen 7,77 millones de especies animales, casi 300 mil especies de plantas y 611 mil especies de hongos. De los reinos anteriores ninguno se encuentra registrado en su totalidad.

Es tan ardua la misión, que no se logrará terminar, ya que muchas especies desaparecerán antes de ser identificadas. Los hábitats se van limitando, explotando, y poco a poco, la biodiversidad se hace menos, se simplifica todo. Este es un panorama poco alentador.

Ariel Herrera expone esta analogía para hablar sobre los esfuerzos por generar espacios seguros de trabajo para los grupos LGBTIQ+, cuya abreviación significa lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer. El signo “+” considera a todos los que no se vean representados por el acrónimo y que se identifican con espectros más amplios.

Día internacional de homofobia, bifobia y transfobia

Hoy 17 de mayo, se recuerda, denuncia y reivindica el Día Internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia. Su origen se remonta oficialmente al 2004, pero fue impulsado 14 años antes, cuando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1990 dejó de considerar la homosexualidad una enfermedad. Desde ese momento hay muchos avances y respaldos científicos.

La diversidad de género se ha confirmado como un aporte a impulsar descubrimientos científicos. Así lo publicó Mathias Wullum en la más prestigiosa revista científica, Nature en 2018, destacando la importancia de la diversidad de equipos de investigación, diversidad de métodos de investigación y de preguntas de investigación.

Una preocupación que tiene Ariel Herreta sobre estos temas, es que siguen estando subrepresentadas las diversidades, ya sea de mujeres, minorías raciales, étnicas, y de la comunidad LGBTIQ+. También, explica que no han mejorado los datos sobre la retención de estudiantes LGBTIQ+ en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

En cuanto a Chile, hace énfasis en la falta de estudios, sobre qué sucede en el mundo científico con los grupos LGBTIQ+ y cómo se incorporan fuera de brechas de género en estos espacios.

“Estos temas me tocan en primera persona. Soy un hombre gay. Afortunadamente, he tenido muy buena suerte con los equipos de investigación donde he trabajado. La ciencia sigue siendo en muchos aspectos patriarcal y, además, muy jerárquica”, comentó Herrera.

También agrega que “fechas como la de hoy sirven para visibilizar, para decir que somos parte y estamos presentes, sobre todo para quienes estén pensando en estudiar una carrera STEM o la estén cursando. El mensaje e importancia de difundir estos temas va más allá del resultado científico, es para que no duden en seguir sus planes. Les puedo decir que en este ámbito laboral se pueden encontrar lugares donde trabajar con seguridad y se sigue avanzando al respecto”.

La lucha por espacios más seguros

Para Ariel, algo importante es que se logren espacios seguros de trabajo. Él los define como, un lugar donde no existan miedos o inseguridades de poder expresar libremente su diversidad.

“En Chile, afortunadamente, a nivel de academia no implica un temor sufrir violencia física, pero sí sentirse seguro de hablar ciertos temas sin tener que ocultar quien eres por miedo al hostigamiento”, señaló.

“Este es el principal desafío de poder desarrollarte como persona. Para producir un buen trabajo en ciencia y en otros aspectos también. Me siento afortunado. He trabajado en grupos de investigación diversos. Por lo general paritarios y donde la disidencia no ha sido un tema que he tenido que ocultar”, dijo.

El especialista en plantas, doctor en Genética y Microbiología de la Universidad Católica de Chile, estudia la defensa de ellas cuando se ven enfrentadas a patógenos, como hongos y bacterias.

Nos dice que los grupos LGBTIQ+ también se ven atacados por investigadores en espacios más coloquiales, donde se sigue transmitiendo el odio o se refuerza lo mal definido como homofobia.

“Comentarios como estos maricones o esa mujer parece hombre, a uno lo enoja, molesta, pero a los más jóvenes les pude provocar cuestionamientos, querer ocultarse. Finalmente, causan divisiones, malos desempeños o problemas mucho más serios en los propios afectados”, explicó.

“En la ciencia siempre existe una posición asimétrica de poder. Creo que para la comunidad LBGQ+ es importante que escojan un lugar donde se sientan seguros”, enfatizó el Dr. Herrera.

¿Qué faltaría para seguir avanzando?

El científico y miembro de la comunidad LGBTIQ+ dice que falta que avancen en las instituciones ya sea de ciencia y de otros fines que se ‘pongan las pilas’, ya que los investigadores principales no están obligados a tener una educación en diversidad o disidencias sexuales.

“Si las instituciones pusieran énfasis en ello tendrían que hacerlo. Faltan departamentos de género con políticas de inclusión, educar a los trabajadores que participan de las instituciones, centros de investigación, que se sepa qué se puede hacer ambientes seguros para la diversidades o disidencia”, aseguró.

Cabe recordar que, en 1990 fue cuando un grupo de personas, dejó una categoría y entró a otra. Se visibilizaron millones de personas, que hasta ese entonces se consideraba que tenían patologías, tildados como enfermos. Un paso para valorar la diversidad.

Hoy el mundo científico sigue abriendo espacios para la comunidad LGBTIQ+, congresos, coloquios y seminarios visibilizan la diversidad tanto de estudios como de los científicos/as que lo desarrollan. Se enfoca su valor, como un eje primordial para el desarrollo del mundo y el conocimiento.