“Agradecido de estar vivo”. Con estas palabras, Brian May se refirió a la seguidilla de problemas médicos que ha sufrido este año, siendo los más preocupante un ataque cardíaco, una ciática y una “explosión estomacal” que lo hizo temer por su vida.
El guitarrista de Queen causó preocupación entre sus fans en mayo pasado cuando aseguró haberse roto el “Gluteus Maximus” tras un accidente doméstico.
En su paso por el programa de TV Good Morning Britain, May reveló, además, haber sido víctima de un “infarto leve” a raíz de la lesión en sus nalgas, seguido de una “explosión estomacal” causada por los medicamentos recetados para dicha ocasión.
De tal gravedad fue el problema, según el inglés, que este se tradujo en una hemorragia interna que se extendió por todo su estómago.
“Fue impactante… Ese fue el punto en que casi pierdo la vida; no el infarto, por extraño que parezca… Hay que tener mucho cuidado con los medicamentos que te recetan, porque pueden ser geniales para el corazón, pero no muy buenos para el resto de tu cuerpo y realmente te pueden ‘bajar’. Es una cuerda floja”, reflexionó.
“Lo peor que me pasó fue la hemorragia del estómago; perdí una gran cantidad de sangre de una sola vez y simplemente fui aniquilado. No podía moverme, no podía cruzar el suelo. Eso fue lo peor. Lo pasé un poco mal en todos los aspectos, (aunque) suena realmente cómico. Un catálogo de desastres”, acotó entre risas.
Sobre su recuperación, el astrofísico británico se mostró agradecido de su equipo médico. “Tuve un cirujano maravilloso, y estoy muy agradecido de estar vivo. Me siento bien (ahora)”, remarcó.
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