Desde su residencia en Miami, donde está afincado hace más de 20 años, Leo Dan (77) se muestra entusiasta e inquieto con la sola idea de grabar su primer reguetón: “¡Me gustaría grabar uno que otro reguetón, por supuesto!”, resuena en el auricular, con su característico acento de argentino/mexicano.

“No soy muy seguidor (de la música urbana), no porque no me guste, sino porque no tengo tiempo. Y cuando escucho radio, siempre escucho la radio de quien va manejando”, bromea en diálogo con BioBioChile. “Pero tengo conocimiento del reguetón. Tengo la capacidad de componer y cantar. Pero no me dejan”, comenta, ahora en tono serio.

El principal impedimento para el primer reguetón de Leo Dan son sus productores y asesores, que quieren seguir estrujando el éxito de Celebrando una leyenda (2018), un disco de colaboraciones que lleva más de 150 mil copias vendidas en el continente de la mano de Pedro Fernández, Rubén Albarrán, Los Auténticos Decadentes, Palito Ortega, Kiky, Ricardo Montaner y Grupo Cañaveral de Humberto Pabón, entre otros.

“Estamos demorando el segundo Celebrando una leyenda porque el primero se sigue vendiendo muy bien y yo tengo tantas canciones lindas”, reconoce, y adelanta que en septiembre ingresará otra vez al estudio para registrar nuevos duetos. “Ellos (los productores) han encontrado una formula que les está dando resultado”, dice sobre su éxito comercial.

De acuerdo a sus propios registros, Leo Dan cifra en más de 2.500 sus canciones compuestas, y en 800 las que ha grabado en más de cinco décadas de carrera.

“He compuesto ballenato, música mexicana, folclore argentino, cuecas chilenas, vals, qué no he compuesto. He compuesto óperas que todavía no las he largado a difundir, he hecho tanta música gracias a Dios y sigo componiendo: todos los días compongo una o dos o tres canciones. Me salen… en cada grabadorcito tengo 100 o 200 ideas”, agrega sobre su método.

“El problema es que la gente, cuando subo a un escenario, me pide Mary es mi amor, Esa Pared, etc. Prácticamente hay que complacer, porque decir: ‘les traigo una canción nueva’, no les interesa”, reflexiona sobre el público, con quien se reencontrará este 17 de agosto en Arena Monticello.

(P): Después de protagonizar miles de shows en vivo, ¿A qué cree que va la gente a sus conciertos?
(R): La gente quiere escuchar lo que le trae recuerdos. El show se basa en eso: canciones del recuerdo, canciones que han empezado a tener éxito con otros artistas.

(P): ¿Atribuye a eso el éxito de su disco de duetos?
(R): Sí, la mayoría de los artistas llegan donde el productor que hizo el disco y le piden hacer uno como este. Y la fórmula no es otra cosa que las canciones. Los arreglos son sencillos, no es ninguna maravilla. El arreglador le ha dado un sonido nuevo, diferente, pero los arreglos musicales son casi los del principio.

(P): ¿Qué recuerdos tiene de El Amor y La Felicidad, ese hit de hace 45 años?
(R): En esa época yo pensaba, componía, recordaba, y qué bueno que me la mencionaste porque esa canción la voy a incluir en el segundo disco, y no la tenía en cuenta. Esa canción… Es muy buena para cantar. No sé a quién se la compuse, pero a alguien se la habré compuesto (ríe). El final es bueno porque levanta mucho. “El amor y la felicidad en cuanto llega, se va’. Eso dice un amigo mío cuando llega a un hotel.