Zaida González, artista plástica y hermana de Jorge González, reveló en entrevista con revista Paula (la última edición de su historia) detalles desconocidos de los problemas que debió afrontar su hermano tras el infarto isquémico cerebeloso que sufrió en febrero de 2015.
En el texto, Zaida acusó a Alfonso Carbone, mánager del ex Prisionero, de querer ejercer “mucha presión para que entre nosotros (la familia de Jorge González) hubiese conflictos”.
La artista desclasificó una serie de hitos conflictivos en dicha línea, siendo el más álgido el que ocurrió a fines de 2015, cuando Loreto Otero (expareja de González, con quien tiene un hijo) viajó desde España al reencuentro. Juntos, vivieron un mes en una casa de La Reina.
“Ella le dijo que lo iba a cuidar, que le iba a hacer acupuntura, sesiones espirituales. Le dijo que el tratamiento en Europa era gratis, que mejor se fueran para allá, que iban a estar todos juntos con los hijos de ella”, dijo Zaida.
De acuerdo al relato de Zaida, el plan de Jorge y Loreto estaba en marcha hasta que una pelea entre ambos arruinó todo. “Un día, a mediados de febrero que recibí una llamada de Daniela Valenzuela avisándome que una de las cuidadoras de Jorge había llegado con él hasta su casa en taxi”, contó.
Luego, Carbone le contó a Zaida que tras haber visitado la SCD se enteró que el músico había pedido un adelanto por dos años de sus ingresos por derechos de autor, 80 millones en total, los que fueron retirados por la expareja a través de un poder simple.
Sin embargo, la sorpresa para Zaida, según cuenta, vino después: “Nos enteramos de esto un jueves. Y el viernes fuimos con Jorge a una notaría en la calle Huérfanos a (tratar de) revocar el poder amplio que le dio a Loreto. Además, tratamos de parar los pasajes y lo logramos”, narró.
“Y en eso ella (Loreto) empieza a hacer traspasos de plata (…). Alfonso andaba con nosotros. Estaba muy nervioso. Le pregunté qué pasaba. Dijo que su esposa le había dicho que Loreto le transfirió una plata. Fuimos al banco, pedimos una lista de los traspasos: eran de Loreto Otero a una cuenta de ella y a otro rut, traspasos de a 5 millones, que era lo máximo que podía transferir al día”, contó.
Cuando esto ocurría, Loreto viajó a Perú y luego regresó a España, pero la última sorpresa estaba por venir: “Como en la cartola del banco no decía el nombre del titular de la otra cuenta a la que le había transferido plata, googleé el rut y así supimos que era la de (Alfonso) Carbone”, remató Zaida.
La justificación de Carbone fue pragmática: afirmó que se trataba de montos que había desembolsado durante el paso de González por la clínica. “Dijo que él había pasado muchos cheques cuando Jorge estuvo hospitalizado y que esa era la plata que él había puesto. Pero eso no es llegar y decirlo. Tienes que venir con papeles y decir ‘estos fueron mis gastos’. No tenían que hacerse de esa forma”, puntializó Zaida.
Pero, ¿cuál fue la posición del principal perjudicado? Lo cuenta su hermana: “Él asume que lo que Carbone se cobró fue la clínica y ella lo fregó no más. Es que ¿qué más puede hacer? Si él le dio un mandato. En términos éticos sí se podría decir algo, pero en términos legales no. No la puede demandar. Ella tiene un mandato y fue con Jorge a pedir ese adelanto”, reflexionó Zaida.
“Pero lo que ella hizo después fue una cosa inmoral al darse cuenta de que él no iba a irse. Lo que ella debería haber hecho es haberle devuelto esa plata a Jorge. Pero él asumió que no iba a ser así”, dijo.
