Siempre lo sospechamos, pero al fin tenemos la confirmación: ver espectáculos de música en vivo puede ayudarnos a vivir más tiempo. A esta conclusión llegó un estudio desarrollado por la empresa O2, proveedora de servicios de telefonía móvil en el Reino unido, y Patrick Fagan, psicólogo experto en comportamiento y conferencista de la Universidad de Goldsmith, según reporta Variety.com.

Así es. El ruido, el movimiento, las luces y aquella necesidad imperiosa de empinarnos en la punta de los pies para mirar por encima de la cabellera de alguien, nos reportan beneficios que mejoran nuestra calidad de vida. Según el estudio, para esto bastan solo 20 minutos de música en vivo.

Este escaso tiempo, equivalente a tres o cuatro canciones (o probablemente a una en el caso de un concierto de jazz fusión), basta para aumentar nuestra sensación de bienestar en un 21%. Una cifra alta, si se compara con el escueto 10% otorgado por el yoga, o el escuálido 7% de pasear a un perro.

Estos alentadores resultados fueron obtenidos por medio de la medición psicométrica y coronaria de los participantes del estudio en dichas actividades. Además, el índice de autovaloración también fue superior en la instancia de la música en vivo, con un aumento de un 25%, el mismo porcentaje recibido por el aumento en la sensación de cercanía con otros. La cifra se dispara en el ítem de estimulación mental, donde llega a un 75%.

Público del festival Frontera en 2015
Agencia Uno | Maribel Fornerod

El estudio también se preocupa de hacer una distinción entre escuchar música solo o acompañado. En el primer caso, el impacto no se produce. Compartir con otros la experiencia de la música en vivo es fundamental para disfrutar de los beneficios de los conciertos.

De acuerdo con el estudio, dichos beneficios podrían traducirse en mucho más que un buen rato al ritmo de nuestros artistas favoritos. Específicamente, en unos 9 años más de vida para quienes asistan a un concierto cada 15 días.

Pero quienes no disfrutan de los conciertos igualmente pueden verse beneficiados por la música en diversos ámbitos, como la salud y la educación.

Música que gana

En 1945, el ejército de los Estados Unidos comenzó a aplicar un programa basado en la música para el reacondicionamiento de sus veteranos. Este fue el origen de la terapia musical, o musicoterapia.

Los beneficios de esta técnica han sido reconocidos en el alivio de condiciones médicas tan diversas como la amnesia o los problemas coronarios. Y más de 60 años después, se mantiene vigente entre quienes han vuelto de la guerra, según reporta el medio especializado Medical Daily.

Un nuevo estudio publicado en el Music Therapy Perspectives, el medio oficial de la American Music Therapy Association, muestra que la música reconstruye las conexiones neuronales dañadas y que aumenta los niveles de dopamina entre los veteranos sufren de trastorno por estrés postraumático (TEPT).

Gorillaz
Gorillaz en Chile | DG Medios

Hannah Bronson, una de las autoras de la investigación, explicó que “la musicoterapia es un método de tratamiento dinámico para miembros del servicio recuperándose de las heridas invisibles de la guerra”. Según los expertos, este tipo de terapia en los últimos años ha mejorado los resultados entre los pacientes que siguen luchando con las lamentables consecuencias psicológicas de haber estado en combate.

Una de las nuevas herramientas de este método es Brain.fm, una app que ofrece estímulo cerebral basado en la colaboración entre científicos y compositores. El programa ofrece diferentes sesiones según las necesidades del usuario: concentración, relajación o sueño.

La compañía desarrolladora llevará a cabo investigaciones reconocidas por el gobierno norteamericano a fin de que la sesión orientada a la concentración sea reconocida para el tratamiento del trastorno por déficit atencional con hiperactividad.

Mejores notas

La forma en que la música ayuda a los niños a mejorar su rendimiento también es un tema que los hombres de ciencia vienen observando hace tiempo. Un nuevo estudio realizado en Holanda viene a aportar nuevos antecedentes que favorecen esta tesis.

U2 | DG Medios
U2 en Chile | DG Medios

Según la investigación, el estudio del ritmo, la melodía y la harmonía entre los escolares ayuda al desarrollo cerebral. “Las destrezas cognitivas desarrolladas durante las clases de música pueden influenciar las habilidades cognitivas en áreas no relacionadas, lo que lleva a la mejora general del rendimiento académico”, explicó a Psmag.com el académico Artur Jaschke, miembro de la Universidad Libre de Ámsterdam y autor del informe.

El experimento siguió durante dos años y medio a 147 niños, la mitad de los cuales tomó lecciones adicionales de música para complementar las clases regulares del colegio. Según Jaschke, estos niños presentaron progresos en el razonamiento basado en el lenguaje, así como en la habilidad de planificar, organizar y completar tareas. Además, sus resultados académicos también mejoraron.

Las clases adicionales fueron diseñadas cuidadosamente, comenzando con nociones de melodía y ritmo para seguir con teoría y práctica musical, etapa en la que cada niño eligió el instrumento que quería aprender a ejecutar. Las sesiones semanales tenían una duración de entre una y dos horas.

Jaschke explicó que uno de los motivos para realizar la investigación fue la tendencia de los últimos años a eliminar las clases de música, y que espera que estos resultados ayuden a revertir este fenómeno.

Esperemos que así sea. Es que, según Nietzsche, la vida sin música sería un error, una fatiga, un exilio. Y según la ciencia, con ella es mucho mejor.