Mediante redes sociales, el escritor Jorge Baradit compartió con sus seguidores los argumentos que esbozó para rechazar una invitación “ad honorem” (sin remuneración económica) de una universidad privada para participar en su feria del libro.
“Extracto de un correo-invitación recibido desde una Universidad Privada para su feria del libro”, se lee al inicio del post que el autor difundió hoy en su cuenta en Facebook.
Luego, continúa con la propuesta que recibió desde la casa de estudios: “El encuentro de este año, está organizado para ser realizado la última semana de xxxx y a través de la presente quisiéramos cordialmente invitarle a participar ad honorem de algunas de las actividades que estamos programando y ser parte de nuestros 10 años de historia fomentando la lectura, escritura y todo lo relacionado con el arte de las letras”.
La invitación, sin embargo, no fue bien recibida por el escritor de Historia Secreta de Chile, quien desde su rol como presidente de la Sociedad de Derechos de las Letras (Sadel) explicó sus razones para restarse del encuentro.
“Muy agradecido por la invitación. Desgraciadamente, como presidente de Sadel, Sociedad que custodia los derechos de autor de los escritores de Chile, parte de mi tarea es valorar el trabajo de los protagonistas del mundo editorial”, respondió.
“Una institución que cobra por su trabajo como la de ustedes, no puede pedirle, a su vez, a otros trabajadores que entreguen su capital cultural de manera gratuita. Sabemos que son tiempos difíciles, créeme que para los escritores lo son aún más”, agregó.
Más adelante, Baradit dio contexto al tono de su respuesta: “Mi actitud no es beligerante en lo absoluto, entiendo que existe una tradición en Chile que considera la actividad cultural como una cuestión difícil de valorar a todo evento. Lo que pretendemos es más bien crear cultura sobre el valor del trabajo literario y cultural en general, en un contexto de sociedad que no lo apoya y donde es el primer ítem que se descarta cuando hay que apretarse un poco el cinturón”.
Ya al final del texto, también dejó entrever la ironía de la situación que estaba protagonizando.
“Me pregunto si la Universidad le pagará a Microsoft la licencia para el uso del software telemático, que se utilizará en este evento, estoy seguro que sí. Me pregunto si le pagarán a su proveedor de Internet para realizar la transmisión o al proveedor de iluminación, estoy seguro que será así; o a quien le arrendaban las sillas y toldos cuando el evento era presencial”, agregó.
Al final de su misiva, también se dio tiempo para una conclusión y una sugerencia: “A veces no es fácil entender que no se le pague también por su trabajo a quienes son, en definitiva, el corazón de la actividad. Declino la invitación con todo cariño y los invito a reflexionar en sus siguientes actividades”.
