La película de la argentina -ganadora de BAFICI 2018- es una suerte de “road movie” (cine sobre ruedas) que parte con una pareja de mujeres que se reencuentran y, tras un incidente en un bar donde donde son víctimas de un ataque machista (aunque es el agresor es el que recibe todos los golpes) “salvadas” por una joven, se transforman en un trío.
Así, después de escapar de la policía que busca esclarecer el incidente en el bar, compran una “van” para transportar escolares en un viaje que busca ir a la “procesión de Madryn” (Procesión en mar y en la playa que hace la comunidad de Puerto Madryn el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción) y a visitar a la madre de Agustina, una de las protagonistas.
En el camino, suben a una pareja de chicas, y con eso ya son cinco. Y luego suman y suman, hasta terminar -al fin de casi dos horas- en una gran fiesta y orgía en la que el sexo explícito y real van de la mano de las reflexiones y de la búsqueda de un mundo de “afectos desconocidos” que busca el “placer y la felicidad”, lejos o contra del patriarcado.
“Las hijas del fuego” es una cinta lésbica donde el sexo -donde todas se relacionan con todas sin atisbo de conflictos- da la continuidad, con poéticas reflexiones intercaladas de la directora. Reflexiones sobre los cuerpos, los límites, la exploración de mundos femeninos -lejanos a machismos torpes, violentos-, sin dejar de lado provocaciones como la escena de sexo realizado por un trío sobre el altar de una iglesia, mientras una cuarta mujer cuida la entrada masturbándose.
Vale destacar la escena final: una larga escena de 6 minutos de una masturbación sin ningún filtro.
“Las hijas del fuego” explora y corre límites, cuestiona lo que es o no pornografía. Es una película de sexo lésbico, con poca trama más allá del viaje donde se suman y suman mujeres para terminar en una orgía y una masturbación en “solitaria”, donde las interesantes alocuciones de Albertina Carri tienen poco espacio, la importancia y el correlato que tal vez pudiesen haber tenido.
Resulta interesante una mirada femenina del porno, más centrado en el placer, en las caricias, que en la posesión y la violencia que ella y la penetración muchas veces conllevan. También, desde otra mirada, puede tomarse este porno-lésbico-feminista como una experiencia, un despertar, donde las preguntas que se hace una de las protagonistas cineasta son parte de las que se hizo la directora, donde las reflexiones y las vivencias son esta película militante y política que hará sentirse incómodo a muchos y a algunas.
“Las hijas del fuego” de Albertina Carri se exhibirá en el Centro Arte Alameda en el marco de la visita de la directora a Chile desde el 17 al 23 de mayo.
Retrospectiva de Albertina Carri
Centro Arte Alameda, del 17 al 21 de mayo
Viernes 17 de mayo, 19:30 horas
Corto: Pets, 2012
Las Hijas del Fuego 2018 + Conversatorio
Sábado 18, 19:30 horas
Corto: Restos, 2010
Los Rubios, 2003
Domingo 19, 19:30 horas
Corto: Aurora, 2001
Cuatreros, 2016
Lunes 20, 19:30 horas
Corto: Barbie también puede estar triste, 2002
La Rabia, 2008
Martes 21, 19:30 horas
Corto: Barbie también puede estar triste, 2002
No quiero volver a casa, 2000
Estreno Las Hijas del Fuego, 23 de mayo
Ficha técnica
País: Argentina
Año: 2018
Dirección: Albertina Carri
Duración: 115 minutos
Guión: Albertina Carri
Producción: Gentil
Fotografía: Inés Duacastella, Soledad Rodríguez
Reparto: Disturbia Rocío, Mijal Katzowicz, Violeta Valiente, Rana Rzonscinsky, Canela M., Ivanna Colonna Olsen.
