El futuro del presidente sirio, Bashar al Asad, enturbió este sábado el ambiente en Ginebra a horas de cruciales negociaciones de paz, con la oposición pidiendo su salida vivo o muerto, y el gobierno advirtiendo que el destino de su jefe no se discute.

“Consideramos que el período de transición debe comenzar con la caída o la muerte de Bashar al Asad“, dijo a dos agencias de prensa -entre ellas la AFP- el jefe rebelde salafista Mohamed Alush, negociador en jefe de la oposición siria.

Esta transición “no puede comenzar con la presencia de este régimen o con el jefe de este régimen todavía en su cargo”, agregó Alush en el marco de una entrevista en un hotel de Ginebra.

Más temprano Damasco había advertido que tratar de discutir sobre el futuro del presidente sirio Bashar al Asad es una “línea roja” infranqueable y que no discutirá de este tema con la oposición ni con el enviado de la ONU.

“No negociaremos con nadie que quiera discutir de la presidencia. Bashar al Asad es una línea roja y si ellos quieren continuar con esa posición mejor que no vayan” a Ginebra, declaró el sábado el canciller sirio, Walid Muallem, refiriéndose a la oposición.

Asimismo, el emisario de Naciones Unidas Staffan de Mistura “no tiene derecho” a hablar de las futuras elecciones presidenciales en Siria, afirmó Muallem.

De Mistura había afirmado el viernes que en la agenda de las negociaciones de paz en Ginebra, que inician el lunes y hasta el 27 de marzo, “habrá tres puntos: un nuevo gobierno inclusivo, una nueva Constitución y nuevas elecciones (…) en un plazo de 18 meses a partir del inicio del diálogo”.

Damasco propone un “gobierno de unidad”

Muallem habló de formar un “gobierno de unidad”, designar una comisión para redactar una nueva Constitución y luego hacer un referéndum.

Desde las primeras negociaciones, que fracasaron en 2014, el principal escollo ha sido el futuro de Asad, que rehúsa dejar el poder pese a cinco años de guerra que han provocado más de 270.000 muertos y millones de desplazados.

Las conversaciones se desarrollarán en salas separadas con representantes del régimen y la oposición, que siguen teniendo importantes desacuerdos sobre el futuro del país.

La vigencia de una tregua, mayormente respetada, desde el 27 de febrero permitió relanzar estas negociaciones.

El gobierno estadounidense es, junto con el ruso, el promotor de la tregua entre las fuerzas armadas sirias apoyadas por la aviación rusa y los grupos rebeldes sirios “moderados”. Están excluidos del alto el fuego los grupos yihadistas Estado Islámico y Frente al Nosra, filial siria de Al Qaida.

El nivel de violencia se ha reducido entre un 80 y un 90%, lo cual es muy significativo“, dijo el sábado en Arabia Saudita el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien también anunció reuniones con Rusia para examinar las violaciones de la tregua denunciadas por la oposición siria.

“Nuestros equipos (de observadores) se reunirán hoy (sábado) con los de Rusia tanto en Ginebra como en Ammán” para “hablar de esas violaciones”, declaró Kerry desde la base militar Rey Jaled, en el norte de Arabia Saudita, antes de salir para París, donde ha de reunirse el domingo con sus homólogos francés, alemán, británico e italiano para hablar de Siria.

No se logró obtener ninguna precisión en Ginebra sobre las reuniones mencionadas por Kerry, quien instó a Rusia e Irán a lograr que “el régimen de Asad respete el acuerdo” de alto el fuego.

Para él, las negociaciones de Ginebra son “una etapa crucial para una solución política” al conflicto sirio.

Por último, De Mistura estimó en una entrevista publicada este sábado que los kurdos sirios tienen que poder opinar sobre el futuro de Siria, pese a no participar en las negociaciones de Ginebra.