Irán efectuó este miércoles varias pruebas de misiles balísticos con carácter “disuasivo”, que llevaron al vicepresidente estadounidense, Joe Biden, a advertir que su país “actuará” si se confirma que utilizaron proyectiles militares de este tipo.

Estos ensayos se producen unas semanas después de la implementación del histórico acuerdo nuclear entre Teherán y las potencias mundiales.

Según la agencia oficial de prensa, Irna, y la página de los Guardianes de la Revolución, la división de élite del ejército iraní, estos lanzamientos están destinados a mostrar que Irán está listo para “afrontar cualquier amenaza contra la revolución, el régimen y la integridad territorial del país”.

En las operaciones se desarrollaron varios tiros de misiles de corto, mediano y largo alcance (de 300 a 2.000 kilómetros) fueron lanzados en diferentes puntos del territorio iraní, la mayor parte de ellos desde bases subterráneas.

El comandante de la división aeroespacial de los Guardianes de la Revolución, el general Amir Ali Hajizadeh afirmó, tras el lanzamiento de los últimos disparos este miércoles, que estos misiles están destinados a golpear a los enemigos distantes, en particular a Israel.

Según las agencias de prensa Fars y Tasnim, cercanas a los Guardianes de la Revolución, los misiles tenían inscrita la frase: “Israel debe ser borrado de la faz de la tierra”.

“Se dispararon misiles Qadr H y Qadr F de largo alcance (…) que destruyeron objetivos en lugares identificados” en la costa sureste de Irán, informó el servicio de comunicación de los Guardianes y la agencia oficial Irna, citando al general Hossein Salami.

Estas pruebas se producen en un momento en que Joe Biden visita Israel, con el tema de Irán en la agenda.