La causa por la muerte del ex fiscal argentino Alberto Nisman, aún sin esclarecer, tomó un nuevo rumbo este martes al declarase “incompetente” la jueza Fabiana Palmaghini y denunciar a la fiscal que lideró la investigación en torno a este hecho hasta diciembre.

Con esta decisión, la causa pasa a la justicia federal, como lo reclamaba la querella ante el convencimiento de que se trató de un homicidio.

La magistrada resolvió apartarse luego de escuchar el lunes por 15 horas la declaración de Antonio ‘Jaime’ Stiuso, un influyente ex agente de inteligencia, destituido en diciembre de 2014.

Stiuso era el principal colaborador y crucial fuente de información de Nisman para la investigación del atentado al centro judío AMIA, que causó 85 muertos en 1994 en Buenos Aires.

Palmaghini, jueza en lo criminal de Buenos Aires, se había hecho cargo de la investigación en diciembre pasado, luego de que durante 11 meses la dirigiera la fiscal Viviana Fein, cuya actuación fue criticada por la parte querellante.

La investigación aún no ha sido capaz de esclarecer la muerte de Nisman, y si en el hecho hubo participación de terceros.

Nisman fue hallado muerto el 18 de enero de 2015 en la víspera de presentarse en el Congreso para ampliar una denuncia hecha días antes, contra la entonces presidenta Cristina Fernández Kirchner.

El fiscal había acusado a Kirchner de encubrir a ex gobernantes iraníes imputados en Argentina por el atentado a la AMIA, denuncia que fue rechazada en varias instancias judiciales.

Stiuso había declarado ante Fein a principios de 2015 antes de abandonar el país. Tras escucharlo el lunes, la jueza denunció penalmente a la fiscal por haber omitido que en esa ocasión el ex espía había considerado que se trató de un asesinato.

En la audiencia, además de los querellantes, estuvo el defensor de Diego Lagomarsino, un asesor informático de Nisman y el dueño del arma e imputado por haber accedido a prestarle la pistola.

Lagomarsino era además uno de los co-titulares, junto a la madre y la hermana de Nisman, de una cuenta bancaria en Nueva York no declarada de la que el ex fiscal era apoderado.