Tiene 26 años, es Ingeniera Comercial y vive en las Lomas de San Andrés, en la ciudad de Concepción. Lleva una vida normal como la de cualquier joven de su edad, salvo por un pequeño detalle: cada 31 de octubre se convierte en Morticia. Literalmente.

Desde hace ocho años que Casandra León celebra Halloween sin dejar ningún detalle al azar: decora su casa, se preocupa de ambientar con música, compra muchos dulces para todos los niños que llegan y hasta se mandó a hacer su propio traje estilo gótico.

Cada año son varias decenas de pequeños los que llegan hasta su hogar en búsqueda de golosinas, aunque terminan llevándose algo más. Y es que calaveras, telas de araña, fantasmas y calabazas son parte del escenario que se encuentran quienes se atreven a llegar hasta la morada de Casandra.

Casandra León | Facebook

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Pero, ¿cómo nació la pasión de Casandra por esta celebración?

Para encontrar la respuesta, hay que remontarse al año 2007.

“Un día estaba durmiendo en mi pieza, cuando de pronto entró mi hermana Valentina, quien en ese tiempo estudiaba medicina, para asustarme usando su traje para entrar a pabellón. La verdad es que como estaba durmiendo me espantó de una manera terrible, pero luego me dejó pensando y llegué a la conclusión de que sería una buena idea darle algún uso al delantal”, comentó la joven Morticia.

Así que cuando llegó el día de Halloween de ese año, Casandra se puso el traje, incluyendo el gorro y la mascarilla. Instaló el equipo de música en la entrada para poner canciones que dieran un ambiente más tétrico, y esperó a que llegaran los niños para pedir dulces.

Casandra León | Facebook

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“A pesar de que no fue algo muy planeado, la experiencia me gustó bastante, lo pasé muy bien pero lo más importante es que me di cuenta que los niños lo disfrutaron mucho. Algunos se asustaron un poco pero luego se dieron cuenta de que era una especie de show. Ahí decidí que para el próximo año destinaría mayores recursos, por lo que para el Halloween siguiente arrendé una máquina de humo y adorné con algunas telas de araña, calaveras y cosas de ese tipo. Y así fui añadiendo cada vez más cosas” agregó.

Casandra asegura que el año pasado llegaron cerca de 100 niños a su casa, y espera que para esta ocasión la cifra aumente. “Mientras más vengan, mejor. La idea es que todos pasen un momento agradable”, añade con gran ilusión.

Carlos Villavicencio

Carlos Villavicencio

Los amigos de esta entusiasta joven saben de su pasión por esta fiesta. Y son muchos quienes llegan durante la tarde para ayudar en la ambientación, música, luces y maquillaje. Rosario Herrera y Elisa Ormeño, junto con Gianfranco Pastorini, son tres de sus más fieles colaboradores, quienes se preocupan de que todos luzcan lo más tenebrosamente maquillados.

Un punto importante y destacable, es que a pesar de los gastos que debe cubrir para poder financiar la ambientación, decoración y las grandes cantidades de dulces, es una instancia en la que niños de diferentes partes de la ciudad pueden llegar y ser parte de la celebración sin ningún costo para ellos, ya que todo es gratis.

Carlos Villavicencio

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Eso sí, hace una aclaración: “lo único que pido, es que ojalá vengan todos disfrazados. No importa si es algo arrendado o hecho por ellos mismos, lo importante es que se sienta un ambiente inspirado en la temática”.

Además, la joven reconoce que sus padres la han apoyado plenamente desde un comienzo. Margarita Díaz, la madre de la Morticia penquista, señaló: “ella es feliz desde que comienza los preparativos, y además cada año veo la alegría de los niños, y como se van sumando más a través del tiempo. Y no sólo se reparten golosinas; en casa y en el jardín se monta un espectáculo acorde con una temática de terror, pero a la vez de fascinación para los niños. Se retiran felices, con gritos y comentando lo que vieron mientras recibían golosinas”.

Carlos Villavicencio

Carlos Villavicencio

Respecto a quienes sostienen que Halloween es una celebración que no tiene nada que ver con las raíces chilenas, Casandra argumenta: “es verdad, pero así como esta fiesta no es chilena, hay muchas otras que tampoco lo son y las celebramos igual. Además, considero que no es tan materialista como otros eventos. Se trata simplemente de que los niños salgan a pedir dulces, con algún disfraz relativo al terror pero que en ningún caso debe ser necesariamente muy producido o sofisticado, ya que con un poco de creatividad se pueden hacer muy buenos trajes”.

Carlos Villavicencio

Carlos Villavicencio

Similar opinión tiene su mamá, quién sostiene: “se trata de una celebración que ya alcanzó la globalización, y cada vez se prepara con mayor antelación y dedicación. Alegra el corazón de los niños, y eso es lo fundamental. No la considero en absoluto como un rito de connotación diabólica o perversa. ¡Y es tan extranjera como el conejito y la navidad con el árbol de pascua!

Casandra León | Facebook

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Casandra espera seguir celebrando esta fiesta por muchos años más. De hecho, aseveró que a pesar de que en un futuro espera vivir en su propia casa, seguirá viniendo hasta donde sus padres para continuar con la tradición de recibir a los más pequeños con su característica teatralidad y ambientación. “Quiero seguir celebrando Halloween por muchos años más”, comentó la joven.

Sin duda, una manera distinta y valorable de celebrar una de las fiestas más terroríficas del año.

Conoce a la “Morticia Penquista” en el siguiente video: