Las temáticas que giran en torno al aborto siempre generarán polémicas, independiente sea quien sea su protagonista.

Hecho que quedó de manifiesto tras el anuncio de la Fiscalía colombiana de procesar judicialmente a la actriz Carolina Sabino (38) por un supuesto aborto ilegal, situación que tuvo un efecto inmediato en la prensa y en la justicia de dicho país.

Horas antes de la audiencia judicial en la que acusarían a la actriz, el propio fiscal general, Eduardo Montealegre, dio marcha atrás y dijo que él mismo asumirá el caso. “Personalmente asumiré el estudio de los fundamentos fácticos y jurídicos de la decisión que adoptó un fiscal dentro del ámbito de su autonomía”.

Instancia que el fiscal fue mucho más allá e incluso aseguró que es un defensor del derecho al aborto, indicando en una entrevista al medio de noticias El País que: “dentro de mis funciones de contribuir al diseño de la política criminal del Estado, voy a liderar una discusión seria y académica en el país para presentar un proyecto que avance en la protección de los derechos de la mujer a interrumpir el embarazo”.

Situación que generó polémicas en el mundo político de Colombia y dejó abierto un debate que desde el año 2006 algunos sectores del Estado han ignorado.

Asimismo, hay que indicar que este año la Corte Constitucional de Colombia reconoció el derecho a abortar cuando hay riesgo para la salud de la madre ( tanto física y mental), si existe malformación del feto o si el embarazo es producto de una violación sexual.

Frente a tales situaciones, defensores de derechos humanos y organizaciones de mujeres han protestado porque algunas entidades gubernamentales se niegan a reconocer esa práctica y porque el Congreso de dicho país ha evitado realizar un debate serio que permita establecer, a través de una ley dar mayor claridad a ciertas temáticas de interés ciudadano.

Pero este caso va mucho más allá del tema del aborto, ya que no solo hubo reacciones porque el anuncio de la Fiscalía afectaría los derechos de la actriz como mujer, sino que también encendió duras críticas porque se afectó el derecho a la privacidad de la artista.

“Me sorprende que un episodio tan personal y doloroso sea expuesto en los medios y a la ciudadanía entera, sin tener en consideración por mi familia. Esto no solo ha violado mi intimidad, sino que ha atacado mi dignidad y mis derechos como mujer, como persona y como ciudadana”, declaró la actriz.

Tales dichos fueron realizados por la mujer tras enterarse por la prensa de que una conversación realizada con su hermana que giraba en torno al tema del embarazo, fue interceptada por las autoridades colombianas.

Frente a tales declaraciones, la Fiscalía indicó que tales conversaciones se obtuvieron como parte de los seguimientos que hacían al cuñado de la actriz, Andrés Sepúlveda, por haber intentado sabotear el proceso de paz entre las FARC y el Gobierno en La Habana.

La opinión pública de Colombia rechazó que de una investigación por un caso tan delicado terminara saliendo a la luz un tema tan personal como el de la actriz Carolina Sabino. Tema que viene a acaparar los medios y en cierta media a tapar algunas acciones por las que recientemente la Fiscalía colombiana ha sido duramente criticada.