Con tan sólo seis años, Christian McPhilamy decidió dejar crecer su cabello para donarlo a niños afectados por el cáncer. La decisión la tomó luego de ver un comercial en televisión que mostraba a los jóvenes que habían perdido toda su cabellera por los tratamientos.
“A veces pensaban que era una niña”, declaró el pequeño Christian, quien a su corta edad realizó un giro radical para cumplir su objetivo. “Cambió su vida por siempre”, confesó su madre en el sitio de Florida, Today.
Tras la inquietud que le provocó un comercial donde aparecían niños afectados por la enfermedad, McPhilarmy empezó a investigar sobre el cáncer y llegó a la idea de colaborar con su propio cabello. El niño asumió que debió soportar bullying por parte de sus compañeros, y familiares que le ofrecían dinero a cambio de cortar su extensa cabellera. Sin embargo, resistió ante las críticas y mantuvo su postura por dos años.
“Cuando él estaba fuera de casa o en un parque, jugando con un grupo de niños, normalmente estos le decían: ‘Te ves como una chica’”, contó la madre del niño. Sin embargo, Christian explicaba a sus pares el motivo de sus cabellera hasta que estos entendieran su noble porpósito.

Por su parte, Deanna Thomas, madre de Christian, compartió orgullosa la experiencia a través de Facebook. “Pese a las críticas y el bullying (…) ni siquiera una vez se alejó de su meta, y siempre se tomó el tiempo para educar a otros sobre las razones por las que se dejó crecer el cabello”.
Finalmente a la edad de 8 años, el pequeño estadounidense reunió el cabello necesario para donarlo a una fundación: cuatro mechones de 30 centímetros, que cuidó con esmero y dedicación desde 2013, llegando finalmente a manos de la fundación Children With Hair Loss.
“Es inspirador ver a niños tan jóvenes con ganas de ayudar y hacer buenas obras”, dijo Christine Wong, directora de operaciones en la fundación.
