Perú ofreció el jueves una recompensa de USD 200.000 a quien facilite la captura de Martín Belaunde, un ex colaborador del presidente Ollanta Humala acusado de corrupción que fugó del arresto domiciliario que cumplía en Bolivia mientras aguardaba por su extradición.

“Hemos fijado la recompensa en 200.000 dólares”, dijo a la prensa el presidente del Consejo de Ministros del Perú, Pedro Cateriano, tras señalar que el Gobierno cumplió con los acciones necesarias y los plazos previstos para lograr su extradición.

Belaunde, un empresario y ex asesor de campaña de Humala en las elecciones de 2006 y 2011, está acusado por la justicia peruana de presionar a entidades del Estado para favorecer en licitaciones públicas a empresas privadas con las que está vinculado.

La oposición peruana sospecha además que Belaunde canalizó fondos del Gobierno de Venezuela para la campaña de Humala en 2006.

Belaunde se fugó el sábado de la vivienda de La Paz en donde cumplía arresto domiciliario custodiado por la policía. Su extradición había sido aprobada el 11 de mayo por Bolivia, pero no se había fijado fecha para la entrega a Perú.

El prófugo aseguró en una comunicación telefónica con un canal de TV peruano que no se fugó sino que fue secuestrado, pero que logró escapar de sus captores. Añadió que permanece “escondido” por que teme por su vida, alegando que el “Gobierno boliviano ha contratado sicarios para capturarme”.

Las autoridades bolivianas rechazaron esa versión y advirtieron que Belaunde está armado y que eso lo convierte en un prófugo peligroso.

“Su fuga no sólo lo ha convertido en un delincuente internacional sino que le ha dado la razón a todos los que lo creían culpable”, escribió en Twitter el miércoles la primera dama peruana y jefa del Partido Nacionalista, Nadine Heredia.

La fuga de Belaunde llevó a la sustitución el martes del ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia, Hugo Moldiz, y del comandante general de la Policía.