Dueña de una biodiversidad única, la ciudad de Santiago aloja casi 30 aves que se pueden ver en cualquier lugar. Aquí, un ranking de las que son más fáciles de avistar –entre las que se cuentan el zorzal, el mirlo, el tordo o el cachudito– que fue realizado por niños de quinto año básico y académicos.

Casi 200 estudiantes de quinto año básico –de diversas comunas de Santiago– investigaron sobre ecología urbana en colegios y parques de la ciudad gracias al proyecto “Aves urbanas: haciendo ecología en medio de la ciudad”. Durante casi un año, lograron identificar decenas de aves que circulan por Santiago y realizaron un ranking con las más vistas, entre las que se cuentan aves nativas e introducidas.

El proyecto fue realizado bajo la conducción de académicos e investigadores asociados al Instituto de Ecología y Biodiversidad, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) y la Fundación Senda Darwin, y contó con apoyo del Departamento de Gestión, Educación y Control Ambiental Ilustre Municipalidad de San Joaquín. Todo, en el marco del XVIII Concurso de Proyectos EXPLORA CONICYT de Valoración y Divulgación de la Ciencia, Tecnología e Innovación.

Además de avistar aves en los patios de sus colegios y parques cercanos, los niños –pertenecientes al Colegio San Joaquín; al Liceo Juan Pablo II; a la Escuela Básica Poeta Neruda; al Centro Educacional Provincia de Ñuble; y a la Escuela Provincia de Arauco– aprendieron de ecología urbana a través del desarrollo de diversos proyectos científicos.

“Santiago está inmerso en un área tremendamente importante: somos reconocidos por la biodiversidad y las especies que viven acá no existen en ninguna otra parte del mundo. Precisamente, a través de este proyecto quisimos motivar a los niños para que se interesaran en conocer nuestra biodiversidad”, señaló el ingeniero agrónomo y ecólogo Juan Luis Celis, director del proyecto, quien trabajó junto a la bióloga María Ignacia Undurraga, la médico veterinaria Camila Bravo, la ingeniero agrónomo Javiera Díaz y la profesora de educación básica e historia Marina Calderón, entre otros.

Los resultados del ranking de los niños coinciden con un estudio realizado por este académico en colaboración con los biólogos María Ignacia Undurraga, César Muñoz y Tomás Saratscheff, quienes midieron el avistamiento de aves en la zona oriente de la región metropolitana (Las Condes, La Reina, Vitacura, Ñuñoa y Providencia).

“El escaso conocimiento que las personas tienen de las aves está asociado con anécdotas del campo o de familiares que viven fuera de la ciudad, pero muy poco se asocian con la ciudad. Sin embargo, en el trabajo que tuvimos con los niños, ellos pudieron observar muchas aves”, comentó Undurraga.

Las 12 aves más avistadas

1. Zorzal: ave nativa de tamaño mediano, muy común en la ciudad, bosques y matorrales en casi todo Chile. De color gris parduzco, con la cabeza y alas más oscuras, sus patas y pico son de un llamativo color. Come de todo y es común observarla buscando lombrices. Sus melodiosos cantos se pueden escuchar al amanecer y atardecer, con varias vocalizaciones. Construye nidos con ramitas pegadas con barro y forrado por dentro con pasto seco.

2. Paloma: ave cosmopolita que fue introducida a Chile durante la Colonia. Presenta gran variedad de colores: blanco, marrón o gris oscuro, con brillos metálicos violetas y verdes. Se alimenta de semillas, frutos y gusanos, aunque también gusta de las migas de pan que los humanos le dan. Considerada una plaga en algunas ciudades, anida en roqueríos y en construcciones humanas. Provoca daño con sus excrementos a monumentos y edificios y es portadora de enfermedades transmisibles a las personas.

3. Tórtola: ave nativa de la familia de las palomas, pero más pequeña y de color gris con tonos rosados en el abdomen. Habita en bosques, campos y ciudades de casi todo Chile. Suelen caminar en bandadas, buscando semillas para comer. Al comenzar la primavera, las parejas se posan en alguna rama acariciándose “como tórtolos”. Construyen nidos de pocas y desordenadas ramas, que abandonan a la mínima señal de intervención humana.

4. Gorrión: originaria de Europa y del norte de África, ha sido introducida en todos los continentes. Vive en la ciudad, siempre cerca del ser humano. Su cuerpo es pequeño y robusto, su pico oscuro y corto. El macho tiene el dorso marrón rojizo con rayas negras y el abdomen gris con una mancha negra en la garganta con forma de babero. La hembra es de tono pardo pálido. Suele anidar en los techos de las casas.

5. Chincol: pequeña ave nativa muy abundante en el país. Vive en bosques, campos y ciudades. Su cabeza es gris con rayas negras, garganta blanca y un visible collar castaño rojizo en la nuca. El dorso es de color café con líneas oscuras. Es amistoso y confiado con las personas y alegra el ambiente con su melodioso canto.

6. Chercán: ave nativa muy pequeña, de color pardo y una inconfundible colita de tonos rojizos que suele llevar levantada. Vive en matorrales, bosques, campos y en los parques. Se alimenta de insectos y larvas. Es bastante agresivo en la defensa de su territorio frente a otras aves. Su vocalización más común parece un reclamo o chillido de dos notas, pero también tiene otro más melodioso para atraer a la hembra. Utiliza cavidades naturales de árboles para construir sus nidos.

7. Tiuque: ave rapaz de gran tamaño, de color pardo y pico grisáceo y fuerte. Es nativo de Chile, común en la ciudad, el litoral, campos e incluso basurales. Es muy buen volador, suele acechar a sus presas desde el aire pero también pasa bastante rato caminando pausadamente en busca de alimento: insectos, roedores, lagartijas, huevos, polluelos de otras aves y carroña. Suelen andar en pequeños grupos y se les puede oír emitiendo un fuerte grito muy característico, con una nota inicial sostenida seguida de otras notas ásperas y guturales descendentes.

8. Tordo: ave nativa completamente negra opaca, incluso sus patas y pico. Habita en cerros y quebradas con bastante vegetación, también en las ciudades, siempre que haya árboles para posarse. Es cantora, melodiosa y bulliciosa, forma bandadas en las que todos parecen gritar al mismo tiempo. Es omnívora y es común que, al alimentarse en el suelo, uno del grupo se quede vigilando en un punto más alto. Forman parejas para hacer sus nidos y luego vuelven a su vida gregaria. Puede confundirse con el mirlo, pero el tordo es más grande y esbelto, y no tiene coloración tornasolada.

9. Mirlo: ave de tamaño mediano que vive en todo el Cono Sur. El macho es de color negro metálico con tornasoles azulados y la hembra es de color gris parda. Anda en parejas o en pequeños grupos, pero en invierno puede formar enormes bandadas que se alimentan en el suelo, buscando insectos y semillas. No construye nido, sino que pone sus huevos en el nido de otras aves como chincoles y diucas. Al nacer, el mirlo polluelo generalmente bota los otros huevos del nido para ser cuidado de forma exclusiva por sus padres adoptivos.

10. Picaflor chico: ave nativa muy pequeña, verde metálico y con vientre grisáceo. El macho tiene las plumas de la corona rojo iridiscente. Vuela tan rápidamente que su aletear produce un “zumbido” y puede mantenerse estático en el aire. Tiene que alimentarse frecuentemente por la gran energía que requiere, y que obtiene principalmente del néctar de las flores que visita y que, de paso, poliniza. Es agresivo y territorial y emite un trino muy agudo y penetrante.

11. Cachudito: una de las aves más pequeñas de Chile, su principal característica es un mechón de plumas o “cachito” negro curvado en la cabeza. Su cuerpo es de color gris oliváceo estriado en pecho y abdomen. Habita en matorrales, bosques, campos y en jardines de la ciudad. Se alimenta principalmente de insectos y larvas. Usualmente anda en pareja y siempre está moviéndose entre las ramas de los árboles, por lo que es difícil de observar. Vuela tramos cortos con un ondular y aleteo característico. Se puede detectar más fácilmente cuando este emite su sonido que es como un trino rápido y agudo.

12. Cotorra argentina: este bullicioso loro es más abundante en la zona oriente. De color verde claro y alas azulosas, proviene de Argentina. Ingresó a Chile para ser comercializada como mascota, pero escaparon de sus jaulas y comenzaron a reproducirse sin control. Viven en parques y jardines y se alimentan de frutas y brotes de los árboles. Se desplazan en grandes bandadas y son extremadamente bulliciosas. Suelen anidar en árboles altos como pinos, araucarias y eucaliptos, en los que construyen grandes estructuras hechas con ramas, en donde viven de forma comunitaria. Se ha considerado como una especie invasora por el potencial daño que puedan causar a otras aves.