Todas las mujeres tienen una afición por los zapatos. Algunas los prefieres con tacones, otras optan por los planos. Sin embargo, cualquiera sea la preferencia se debe tener conocimiento de los problemas de salud que pueden generar.

Según comenta Hernán de la Barra, académico de la Escuela de Kinesiología de la U. Andrés Bello, “resulta muy complejo para las mujeres elegir el tipo de calzado, pues no existe el zapato perfecto. La elección muchas veces está basada en la ocasión en desmedro de la comodidad”.

El kinesiólogo advierte que “muchas prefieren los zapatos con taco, pues afirman que ‘las piernas se aprecian más largas, aumentando la altura y haciéndoles ver más delgadas’. Mientras que el zapato plano, si bien es más cómo no es el predilecto, pues las hace lucir más bajas, por cierto la media de las chilenas es de 1.63, y cuando existen algunos kilos de más, estos son más notorios”.

Con tacos

Este tipo de calzado es el predilecto de la mayoría de las mujeres. Las mujeres los suelen utilizar en el trabajo, en las salidas cotidianas y en los eventos formales. Sin embargo, el zapato con tacón genera una serie de problemas musculo esqueléticos para la salud, según explica Hernán de la Barra:

1. Compresión del Antepie

Los zapatos con taco son extremadamente aguzados en la parte anterior, lo que puede facilitar la compresión de las falanges de los ortejos y los metatarsianos (huesos largos de la región anterior del pie). Esto produce problemáticas como deformidades, entre las cuales se destaca el conocido “juanete” (Hallux Valgo), posibles compresiones nerviosas de los nervios interdigitales, o neuromas. A esto se suman las callosidades en los bordes interno y externo del pie y dedos.

2. Aumento del Arco Plantar

Esto es extremadamente dañino para aquellas personas que anatómicamente ya presenta un arco acentuado, pues exacerba más esta situación. El aumento del arco está en directa relación con la altura del taco. El aumento del arco del pie acarrea problemáticas como fascitis plantar, una membrana que tapiza la cara plantar, pérdida de la capacidad de amortiguación del peso corporal por la región media del pie, y alteraciones de las fases de la marcha, especialmente el apoyo medio y el despegue de los dedos.

3. Contracturas Musculares

Genera en las mujeres un acortamiento significativo de la musculatura de la pantorrilla. Esto se puede apreciar en un buen desarrollo muscular de esta zona. Sin embargo este acortamiento mantenido puede generar problemas en el tendón calcáneo (tendón de Aquíles), generando dolor en el talón o inmediatamente por encima. Esta situación genera tendones engrosados con propensión a posibles roturas, especialmente si la persona practica deportes que involucran correr. El acortamiento muscular mantenido de la pantorrilla afecta la articulación del tobillo, manteniendo en una posición de flexión plantar (punta del pie hacia abajo) lo que repercute directamente en la movilidad de dicha articulación. Esto genera más desgaste articular y problemas durante la marcha.

4. Rodillas

Acentúa la hiperextensión de rodillas, lo que se denomina “genu recurvatum”, produciendo rodillas arqueadas hacia atrás. Esta situación genera acortamiento del músculo cuádriceps femoral, estrés articular en la porción anterior de la articulación de rodilla, más tensión del ligamento cruzado anterior y los meniscos, aumentando la propensión a sufrir lesión de estas estructuras.

5. Pelvis y Columna Lumbar

Exacerba la inclinación de la pelvis, haciendo lucir la región glútea más levantada. A esto se suma que muchas mujeres llevan la pelvis hacia delante de modo de que la “colita” se vea más levantada. Esta posición genera gran tensión de la musculatura posterior de la musculatura glútea, además de que genera debilidad de los abdominales.

La peor repercusión ocurre a nivel de columna lumbar, pues aumenta la curvatura lo que genera más desgaste articular, y problemas discales (especialmente en la región posterior del disco), pudiendo conllevar al desarrollo de hernias lumbares. A esto se suma una condición en columna lumbar que es la traslación de las vértebras hacia adelante, lo que se denomina como espondilolistesis. El problema que cuando estas condiciones son extremas y llevan largo tiempo, la única y lamentable solución es la cirugía.

Planos

Los zapatos planos pueden causar igualmente perjuicios al cuerpo. “El problema es que al contrario que los primeros, los zapatos excesivamente planos propenden a la alteración de las curvas del pie y alteración de la biomecánica de la marcha. El pie está demasiado desprotegido, el talón se eleva mucho al caminar y muchas personas realizan demasiada fuerza en los dedos para controlar este tipo de calzado”, explica el académico de la U. Andrés Bello.

El profesional detalla las consecuencias del uso de zapatos planos:

1. Antepie

los dedos del pie quedan sin tanta contención, especialmente cuando los zapatos están hechos de un material de lona y no cuero. Cuando el zapato queda más largo ocurre una alteración en la fase de despegue de los dedos lo que obliga a cargar más la región del antepie. Esto provoca callosidades en la región de los pulpejos de los dedos.

2. Mediopie

La carga con este tipo de calzado converge en la zona media del pie, lo que hace que se tienda a perder el arco plantar. Esto es extremadamente perjudicial para las personas con pies planos, pues se pierde el mecanismo naturas de rebote elástico que proporciona el arco del pie. Otro aspecto es que si el zapato es plano y muy duro, existe propensión a desgastar el cojinete graso plantar produciendo dolores intensos del pie, especialmente al caminar.

3. Región de la pierna

En este caso la musculatura de la pantarorrila queda más en tensión en desmedro del acortamiento, lo que propende a dolores en los vientres musculares, aquí tienden a acortarse los músculos de la región anterior de la pierna, como los extensores de los dedos o tibial anterior, pudiendo provocar dolores en la tibia.

4. Pelvis y Columna lumbar

El zapato plano genera propensión a la inclinación posterior de la pelvis lo que aplana la curva lumbar. Una columna lumbar aplanada produce más convergencia del peso del cuerpo sobre los cuerpos vertebrales provocando más desgaste del disco en la región media, pudiendo igualmente generar disrupciones discales que constituyen el paso previo a las herniaciones.

El exceso de carga por pérdida de la curva repercute sobre la pelvis alterando la distribución de las fuerzas del peso del tronco superior hacia las extremidades. En esta situación se producen acortamientos musculares de los músculos glúteos y abdominales, haciéndonos ver con una postura asténica “cansancio”, con el abdomen hundido y el tronco inclinado hacia adelante. La pérdida de la curva lumbar se compensa con exacerbación de la curva del dorso o hipercifosis dorsal, dándonos la apariencia de una joroba.