Cerca de 20 profesores del ex liceo técnico particular subvencionado Leonardo Da Vinci de San Pablo, atraviesan una compleja situación luego que se informara del cierre del establecimiento.
Sueldos impagos de marzo, ausencia del pago de las cotizaciones previsionales, incumplimiento del pago del bono por hijo, el no cese del finiquito de trabajo por años de servicio y la absoluta incertidumbre laboral, son los complejos panoramas que atraviesan los docentes.
Esta serían sólo algunas de las irregularidades que arrastra el ex recinto educacional y que perjudicó al plantel de profesores y alumnos, situación que se agrava, ya que uno de los representantes es el jefe del Departamento de Educación Municipal de San Pablo, quien no habría informado el cierre del liceo y que además no ha comunicado una respuesta a los educadores, que exigen el pago de sus remuneraciones y bonos.
La docente Marcela Garrido, explicó que buscaron al abogado Sergio Ramírez y al jefe del Daem de San Pablo Raúl Julián, para pedir una respuesta, asegurando que no ha sido imposible ubicar a ambos. Ante esta situación, llegaron al Tribunal Laboral para interponer un recurso judicial.
La profesora aseguró que ni siquiera la Dirección Provincial de Educación, a cargo de Eliana Theil, se ha acercado para saber la situación en la quedaron los docentes luego del cierre del establecimiento, o bien para ofrecer apoyo o dar una respuesta concreta sobre la incertidumbre laboral que los aqueja.
Nancy Rauque, otra de las educadoras del ex liceo Leonardo Da Vinci, entregó 20 años de servicios a la entidad educacional, hoy sólo recibe la falta de pagos de cotizaciones previsionales y un mes sin sueldo, además de la espera de un bono escolar que le corresponde por ley y que aún no recibe.
Asimismo, dijo que fuera de las pésimas condiciones laborales en que quedaron, se suma el daño psicológico, moral y económico.
Los cerca de 20 profesores del ex liceo Leonardo Da Vinci, exigen una respuesta de los problemas que les afectan por una mala administración de los sostenedores legales, que terminó dejando a profesores y alumnos en un contexto vulnerable.
Si bien los alumnos lograron ser reubicados en otros establecimientos, son los profesores los que hoy están cesantes y a la espera de la entrega de sueldos y bonos pendientes por los sostenedores legales.